X más allá de los logaritmos
María Bueno Martínez
Sábado, 24 de mayo 2025, 00:20
Nunca he utilizado Twitter, tampoco su incógnita. Desconozco cómo justificó Elon Musk el cambio del nombre, pero sí estoy segura de que no fue nada ... original.
En unas jornadas dedicadas a María Zambrano, celebradas en octubre de 2021 en la Universidad Complutense, Antonio Colinas recordaba cómo la poesía y los poetas formaron parte de su vida desde la infancia. Miguel de Unamuno fue el primero que se escuchó en su casa; su padre, Blas Zambrano, según Colinas, lo conoció en Granada, en 1900, cuando el escritor vasco acudió a dar una conferencia invitado por su amigo Ángel Ganivet. Está documentado el viaje de don Miguel a Granada en setiembre de 1903, incluso podemos encontrar su firma en el libro de firmas de la Alhambra, pero no fue invitado por su amigo Ganivet.
Blas Zambrano estudió magisterio. Su primer destino fue como maestro auxiliar en Alájar –Huelva–; en 1897 se le expidió el título de Maestro de primera enseñanza. A finales de 1898 o principios de 1899 se encuentra en Granada.
En nuestra ciudad participó en varias actividades culturales: contribuyó a fundar la Sociedad Obrera 'La Obra', de la que llegó a ser bibliotecario, conferenciante, etc. Fue en esta sociedad donde Unamuno en 1903 ofreció una conferencia sobre su amigo, Ángel Ganivet. Colabora en El Heraldo Granadino y con Andrés Cuadros se embarcó en la fundación del periódico X. Periódico político y sociológico, cuyo primer número se publicó el 1 de enero de 1900 y finaliza, con el número 25, el 12 de mayo del mismo año. Con esta publicación Zambrano se adelantó a uno de los gurús de las redes.
En su primera editorial, donde en varios epígrafes se dirigen al público, a la prensa y se declaran «sin programa» expresan: «Si el progreso ulterior de la humanidad es una gran X, una incógnita indespejable, seríamos demasiado inconscientes si no conociéramos a estas horas algunos de los términos de esta incógnita. La libertad, forma del pensamiento, la igualdad, condición del derecho; la fraternidad, sinovia entre las relaciones personales: de aquí se parte, y desde aquí, hasta la indeterminable e hipotético, todo será acogido en nuestras columnas».
A estas aportaciones culturales, Zambrano no deja de ejercer como docente. Es Regente interino de las Escuelas de Prácticas anejas a la Normal Superior de Maestros, lo que le permitió dar clases de Lengua Castellana en la Escuela Normal.
En Granada permanece hasta el verano de 1901, ya que gana unas oposiciones y su plaza estará en la escuela superior de Vélez-Málaga, donde nace María Zambrano.
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