El verdadero PSOE es Pedro Tramp

En este sentido, nos despertamos con artículos como el de Javier Cercas, un reputado intelectual que pide votar a Pedro Tramp porque es el candidato del PSOE y el PSOE siempre ha sido la «socialdemocracia» que nos ha traído el estado del bienestar. Es decir, se pide el voto para alguien que no tiene nada que ver con lo que hizo, por ejemplo, Felipe González en sus 13 años de gobierno. Yo también creo, firmemente, que el socialismo realizó la transformación más importante y positiva de este país tras la muerte de Franco, pero sé con indiscutible certeza que este socialismo actual representa una forma de hacer política y de entender el poder democrático muy distinta, incluso en muchos aspectos opuesta, a cómo lo hicieron Felipe y sus ministros.

Bien es cierto que en varios de estos manifiestos defendiendo el voto a Tramp, Pedro, nos encontramos con ex ministros felipistas y con algunos ex enemigos del propio Pedro. Pero sin dejar ciertos nombres propios a un lado, porque dicen mucho de sí mismos y de la miseria sectaria en la que se ha convertido «el partido», es importante recordar que estos manifiestos no van destinados a ganar ningún voto sino a dejar claro a la tribu sectaria que uno está dispuesto siempre a cerrar filas cuando se la jueguen con las cosas del comer.

Me llama la atención, por ejemplo, ver a José Bono defendiendo votar al PSOE en estas elecciones, cuando él llegó a ser, durante el tiempo que le interesó, uno de los mayores arietes contra Pedro y contra Podemos, que en realidad en eso se ha convertido el socialismo actual: en un recipiente del populismo podemita pero con algo más de cinismo y disimulo. Bono, que según cuenta se fue del gobierno de Zapatero por lo del estatuto catalán, ahora pide el voto para un candidato que ha eliminado el delito de sedición y ha sacado de la cárcel a los que llevaron a Cataluña al borde del abismo hace no muchos años.

Por no hablar de Solana y Maravall, dos socialistas de esos que diríamos de «Estado», cuyo legado y pensamiento en poco se parecen a lo hecho y (des)pensado por Pedro y sus siervos ministeriales sanchistas. Lo que nos hace ver, en realidad, que en nuestro país estamos aún muy lejos de una cultura democrática medianamente sólida que haga entender, al menos a ciertas élites, que más importante que unas siglas es el país en el que viven.

La situación, empero, es tan desesperada, que como a nadie le importan esos manifiestos del servilismo con nada de dignidad, han decidido volver a sacar la foto de Raxoi con su ex amigo el narco. Y es verdad, las explicaciones del candidato del PP sobre esta situación nunca han sido convincentes y nunca lo serán. Da lo mismo: el 23J las urnas se abren para votar no a favor de nadie sino en contra de Pedro y Zapatero.