Feria del Libro de Madrid
¿Valen mis libros ese dinero que cuesta tanto ganar? El escritor que no se lo pregunte no es escritor
Manuel Vilas
Martes, 3 de junio 2025, 23:19
No falto ni un solo año a la Feria del Libro de Madrid. Todo escritor y todo lector están obligados a pasar por la feria. ... Es un momento importante para ambos. Es la gran tradición madrileña del encuentro entre el creador de un libro y el destinatario del mismo. Cuando te encuentras con tus lectores colisiona tu vida con la de ellos. Te miran, te remiran. Tú los miras, y los remiras. Igual que no hay dos escritores iguales tampoco hay dos lectores iguales. Todo es mágico en esta feria. Yo me dedico a ver las vidas de mis lectores. Son vidas esforzadas. Todos mis lectores y lectoras son trabajadores. Cuando pagan 20 euros por un libro mío me da un vuelco el corazón. ¿Valen mis libros ese dinero, que cuesta tanto ganar? El escritor que no se haga esa pregunta no es escritor. Al menos no lo es de literatura. Cuando un lector me dice que le ha gustado mucho un libro mío pienso en Dios, me hago creyente, veo la presencia del Espíritu Santo. Cuando un hojeador de libros mira un libro mío y lo abandona con gesto aburrido me convierto en nihilista furioso y le pido a Federico Nietzsche que me cuente como comandante general de los grandes ejércitos de los ateos de este mundo. Ay, pero tengo que decir aquí una verdad un poco doliente. La gente joven, sobre todo gente entre quince y dieciocho años, no distingue entre literatura y libros odiosos. Los libros odiosos se presentan ante el lector joven como libros que cuentan grandes sagas cósmicas. Suelen venir de Estados Unidos. Son libros de ciencia ficción, bastante alienantes. No obstante, cada uno lee lo que le da la gana, eso siempre.
Le hicimos en la feria un homenaje a Ana María Matute, una mujer que escribió la mejor literatura española del siglo XX. Una mujer que tuvo que luchar para sacar adelante sus libros. Una mujer que estuvo postrada veinte años víctima de una enorme depresión causada por la vida. Los buenos libros también hablan del dolor porque el dolor está en la vida. Esos veinte años en que Ana María Matute estuvo apartada de la literatura tuvieron que ser muy dolorosos. Viene a que le firme mi último libro un psiquiatra. Y hablamos un poco de cómo la salud mental va muy lentamente dejando de ser un tabú. Pero el psiquiatra me dice esto: sí, de la depresión y de la ansiedad ya se puede hablar un poco, pero de la esquizofrenia ni una palabra. Me quedo con esa observación, hay miles de personas que su enfermedad mental no les permite ni dar un paseo por una feria del libro. Por eso vale mucho el ejemplo de Ana María Matute.
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