Choped en Breslavia
Solo en España fallecen cada año en granjas y mataderos más de 50 millones de cerdos, un genocidio
Manuel Pedreira Romero
Viernes, 5 de diciembre 2025, 23:01
Malos tiempos para ser cerdo y no porque nos encontremos en época de matanza. Hace casi un mes llegó puntual San Martín con su brío ... justiciero –igual que a cada político corrupto le llega antes o después su informe de la UCO– y miles de marranos abandonaron el mundo de los vivos para convertirse en embutido, jamones, cintas de lomo y carrilleras al vino tinto. Qué digo miles, millones, decena de millones de cerdos, un auténtico genocidio que acaba expuesto en los expositores de los supermercados, envasado en cómodas bandejas o pulcros blísteres, cuando no colgado de un gancho en siniestras cámaras frigoríficas.
Solo en España fallecen cada año en granjas y mataderos más de 50 millones de cerdos, más o menos uno por habitante incluidos los niños de teta de madre vegana. La cifra suena exagerada pero presumir que cada español se come un cerdo al año es presumir mucho. No ha alboreado todavía la primavera y algunos están a punto de empezar su tercer gorrino. Sucede que una parte nada desdeñable de la producción se exporta, con China como principal comprador de un producto que, economía circular mediante, seguramente regresa a nuestros platos bañado en salsa agridulce. Y esa industria es la que corre peligro por culpa de la peste porcina que un puñado de jabalíes locos, más peligrosos que Koldo con un móvil, están propagando por los montes de Barcelona.
Dado que el goteo de revelaciones de Ábalos no termina de coger vuelo, sigo con interés la evolución de esta noticia y leo todo lo que se publica como si mañana tuviese que salir a fusilar tiernos jabatos o enfurecidas jabalinas. Me han llamado la atención un par de cosas. A saber, la anhelada intervención del ejército en un territorio que no se caracteriza por su amor a las Fuerzas Armadas sino más bien por el desdén… un desdén que siempre se desvanece como por ensalmo cuando truena. Al lado de la UME no actúa el Seprona de la Guardia Civil porque Junqueras y Rufián exigieron el año pasado su desmantelamiento en Cataluña. Tú pide por esa boquita y se te dará. Leo también que la principal hipótesis del origen del contagio ha sido un bocata contaminado, presumiblemente abandonado a su suerte por uno de los muchos camioneros que transitan la zona.
En un área de servicio veo a un camionero polaco que, preocupado por los kilos que prevé coger en Navidad, toma la absurda decisión de no terminarse el bocadillo de un choped que venden en Breslavia que está para chuparse los dedos. Tira el bocadillo y se desata el caos. ¡Hombre de Dios, cómo se te ocurre no comerte el bocadillo hasta el final! Qué clase de educación has recibido. Los bocadillos, como las legislaturas, hasta la última miga. Aunque nos vaya la vida en ello.
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