El triunfo de las conspiraciones
Es la rebelión de los tarugos, cuya génesis está en la pereza intelectual, que quiere poner en pie de igualdad su ignorancia y los conocimientos sólidamente asentados
Manuel Montero
Jueves, 25 de abril 2024, 23:34
Si hace diez años uno escribía sobre los terraplanistas el lector interpretaba que el artículo buscaba un chiste sarcástico. A nadie se le ocurría pensar ... que la tierra es plana. O si se le ocurría procuraba que nadie se enterase. La ignorancia era discreta.
Ahora ya no es así. Tienes que andarte con cuidado con los chistes. De pronto en internet encuentras que te engañan con la redondez de la tierra porque no quieren que te enteres.
Es la rebelión de los tarugos, cuya génesis está en la pereza intelectual, que quiere poner en pie de igualdad su ignorancia y los conocimientos sólidamente asentados, como si cualquier sandez fuese creíble.
La necedad antes se ocultaba, para no avergonzarse o avergonzar a los suyos. Ahora se juntan en internet y se alimentan unos a otros, quizás aumentándose las barbaridades en grupos de whasapp.
Hasta se movilizaron, cuando la pandemia, en manifestaciones contra las mascarillas y por sus negativas a vacunarse. Ahí no era ya la estolidez inofensiva del terraplanista sino una actitud peligrosa (repudiar las vacunas y mascarillas no afectaba sólo al necio con vocación suicida sino también a su entorno). Las barbaridades que 'predicó' Trump, otro que tal, sobre cómo combatir el coronavirus llevó a unos cientos al hospital.
Y estuvo la pérdida de energías sociales, cuando los científicos tenían que discutir con ignorantes imbuidos de seudoconocimientos sobre asuntos en los que no habían pensado dos segundos y ahora defendían con altanería, en escenas de aire medieval, si atribuimos a la Edad Media las tinieblas de la ignorancia que se le suele asociar y resistencia cerril al saber.
De la pandemia hasta aquí estos alternativos han levantado vuelo e incrementado las áreas en las que lucir su ignorancia. Seguramente han comprobado en internet que son legión, una fuerza social de primera magnitud, no los parias que se sentían cuando elucubraban a solas sus extravagancias.
Y, sobre todo, van ampliando exponencialmente el ámbito en cuya ignorancia profundizan. Descubren por todos lados ondas electromagnéticas con las que 'los de siempre' nos hacen la pascua, para controlarnos, creen que en determinada ciudad hay empresas dedicadas a provocar el cambio climático, que por tanto está planificado por 'los de siempre'; si hay una tormenta, vendaval o nieva no le conceden un origen natural sino, con una sonrisa de superioridad, te dicen: «ya andan otra vez los del cambio climático». Y para que no queden dudas del origen avieso de la tropelía: «qué casualidad que llueva en domingo», pues creen que nada queda al azar, sino que todo es fruto de una conspiración.
Están siempre alerta. Llevan el móvil envuelto en lo que llaman una bolsa de Faraday, para impedir que les controlen mediante no sé qué ondas. ¿Quién querrá controlarlos y para qué? Ante la evidente falta de interés que esta gente desprende, la creencia de que quieren espiarlos indica que son unos paranoicos de cuidado. O creen en conspiraciones para sentirse importantes, lo que explica todo.
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