Señales terminales
Desde siempre, la publicación del manifiesto de ilustres del régimen defendiéndolo como gato panza arriba es el signo inequívoco que presagia el desastre
Según la Biblia, el apocalipsis llegará precedido por siete trompetas que anunciarán el fin del mundo. En las cosas humanas tales avisos son más prosaicos. ... Hay una prueba más siniestra que el sonido de las trompetas bíblicas: desde siempre, la publicación del manifiesto de ilustres del régimen defendiéndolo como gato panza arriba es el signo inequívoco que presagia el desastre. Ha llegado ya. Esta vez lo publican artistas, sindicalistas y 'gente de la cultura'.
Antes, el texto terminal solía llamarse 'manifiesto de intelectuales' y quedaba ridícula la presunción de decirse intelectual y de atribuirse capacidad de orientar a una sociedad que suele aborrecer a los que van de listillos. Pero como gusta al 'intelectual' que se le reconozca como tal, no era difícil rellenar folios con nombres de gente estimulada por verse así cerca de la subvención, uno de las grandes ambiciones intelectuales.
No era difícil definir al intelectual: era quien firmaba manifiestos de intelectuales. Por lo común, sus manifiestos aceleraban el colapso del régimen que defendían.
Esta vez no se ha llamado 'manifiesto de intelectuales', no se sabe si por decoro o porque los promotores creen que los intelectuales están sobrevalorados y que, en realidad, no cuentan. Así que han difundido el documento como manifiesto de 'figuras del mundo cultural y político en apoyo de Sánchez'. 'Unos figuras', salvando alguna dolorosa excepción, muchos cineastas y músicos.
Caracterizan al manifiesto sus conceptos pétreos, rudimentarios, alejados del sentido común. Si esto refleja el estado del 'mundo cultural y político' del sanchismo, estamos aviados. Sin matices ni reflexiones dignas de tal nombre es una soflama conceptualmente primitiva en favor de Sánchez, firmada por sujetos –'figuras'– habitualmente beneficiados con subvenciones a mansalva o que han formado parte de las filas socialistas, algunos ya condenados en su día.
El escrito parece obra de los ideólogos más cerriles de Sánchez en un momento de paroxismo doctrinal o de alguna secta semirreligiosa que prepara niños para el martirio tras una exhibición de fe sanchista. Sin entrar en el fondo de la cuestión, estas 'figuras' deberían explicar por qué se consideran progresistas y por qué quienes queremos el final de este gobierno de chichinabo pertenecemos a algún frente conservador y reaccionario. No vale mucho el concepto de progresista, pervertido por esta caterva de prepotentes, pero desde luego resulta imposible aplicárselo a un gobierno que se apoya en supremacistas catalanes y racistas antidemócratas que no han roto con el terrorismo. Están en las antípodas del progresismo.
Además, arremeten contra los jueces, siguiendo en todo el catecismo gubernamental. Cuando para defender a un sistema tienen que salir los más beneficiados por este, resultando incapaces de imaginar algún argumento distinto al que televisan a diario Patxi y los ministros, es que las trompetas anuncian definitivamente el juicio final: tras la entrada en acción de esta pandilla de gafes, unos 'figuras', todo tenderá a acelerarse. Ni han sido capaces de esperar que pase el verano. 'El mundo de la cultura', sedicentes progres aprovechateguis, tiene prisa por salvarnos.
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