Ahora, hutíes

Los hutíes habían pasado inadvertidos hasta hace unas semanas y de pronto

llevan a cabo acciones bélicas 'estratégicas' y dan lugar a una respuesta internacional y a la pregunta de si España debe participar en ella.

De momento, la ministra del ramo (que parece la más espabilada, dando la impresión de que sabe de qué habla, una rara avis) dice que no intervendremos, pero defrauda que acuda al manido argumento de que «apoyamos la paz el mundo», como salirse por la tangente. Alega (¿como disculpa?) que estamos en otras faenas 'militares'. No hay mayores indicios sobre la posición española ante los hutíes. ¿Nos os sentimos implicados?

Los hutíes no son nuevos en la problemática de Oriente Medio. Practican el zaidismo, una rama del chiismo con una especificidad propia. Tienen importancia en Yemen (38% de la población), sobre todo en la tribu huti y en los años noventa se organizaron cultural, militar y políticamente como un movimiento islamista,. Su lema: «Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria del islam». Promovieron alguna rebelión anterior, pero su importancia creció con la primavera árabe (2012), que en Yemen desembocó en una guerra civil aún no resuelta. Los hutíes controlan la parte occidental del país, incluyendo su capital.

Tras estallar la guerra entre Hamas e Israel, los hutíes empezaron a bombardear barcos mercantes en el Mar Rojo (acceso forzoso al canal de Suez), no siempre ajustándose al propósito de atacar sólo a los que abastecen a Israel. Ponen en riesgo el funcionamiento de las principales rutas marítimas mundiales; ha subido el precio de los fletes y de los seguros. Estados Unidos y Gran Bretaña (también Australia, Países Bajos y Bahréin) ha respondido atacando posiciones hutíes en Yemen; la Unión Europea propone crear una misión naval para patrullar el Mar Rojo.

Las acciones de los hutíes son en solidaridad con Hamás. Buscarían también ampliar sus apoyos en Yemen y el mundo árabe, donde la causa palestina es extremadamente popular. Caracteriza a la situación de Oriente Medio el protagonismo de organizaciones islamistas: Hezbolá en el Líbano, hutíes en Yemen, Hamás en Palestina. Su principal aliado sería Irán, país chiíta.

Por otra parte, los hutíes han librado con éxito una guerra asimétrica desde hace una década. Yemen es el país más pobre de la zona, pero ha resistido a Arabia saudí, la principal potencia del entorno –la 6ª del mundo en gasto militar–, que optó hace unos meses por negociaciones de paz. De ahí su inactividad en esta crisis. También se inhibe Egipto, quizás por el temor al apoyo popular a los palestinos.