Esoterismo al alza
Entre las nuevas generaciones tienen bastante éxito el esoterismo y la fe en los horóscopos. En algo hay que creer
La iglesia institucional está en crisis, así como a la mayoría de las religiones en su forma tradicional. Sin embargo, subsiste la necesidad de creer ... en algo que explique los misterios que rodean la existencia. Quizás por eso entre las nuevas generaciones tienen bastante éxito el esoterismo y la fe en los horóscopos. En algo hay que creer.
En Francia, donde lo tienen analizado, más de la mitad de la población cree en alguna de las ramas esotéricas, sea la quiromancia, la numerología, la brujería, la clarividencia, la cartomancia y la astrología, cuyo seguimiento va aumentando. El 40% de los menores de 35 años cree en la brujería.
Así que algunas ideas históricamente arraigadas resultan falsas. Se suponía que el avance de la modernidad eliminaría la religión y el misticismo. El «Dios ha muerto» de Nietzsche. No ha sucedido exactamente así. Contra lo que suponía, el declive de la religiosidad no ha sido reemplazado por la creencia en la ciencia.
Los seguidores del esoterismo aseguran que las «ciencias paralelas» o «creencias alternativas», sin ninguna base científica, proporcionan un esquema tranquilizador, algo así como tener fe. En sí, nada permite suponer que las estrellas o las constelaciones planetarias puedan influir en la vida personal o proporcionen el marco para tomar las decisiones adecuadas. Sin embargo, estas creencias están impulsando negocios florecientes. Calculan que en 2021 la «industria astrológica» generó 12.800 millones de dólares y esperan que se duplique los próximos diez años, todo un nicho económico.
Sobre todo sucede en internet, el sitio donde sucede todo, que ofrece ya consejos astrológicos personalizados. Tienen espectacular éxito sobre todo en la India, donde dan asesoramiento estratégico para todo: seleccionar pareja, tomar decisiones profesionales, invertir, etc. Puedes chatear con el astrólogo; una página web asegura tener 45914 y más de cien millones de clientes.
Y están los registros «akáshicos», que son «una memoria universal de la existencia» y facilita «el proceso de autoconocimiento personal y espiritual». La oferta esotérica es muy variada, pues incluye el regreso a vidas pasadas, las sanaciones reiki y theta, la eliminación del mal de ojo, así como la «integración cósmica». Parece más deslavazado que los planteamientos religiosos, pero suenan satisfactorios. Sólo hace falta tener fe. El esquema religioso.
Todo un mundo en el que creer. Incluso existen astrólogos empresariales, avezados en asesorar sobre temas económicos, a empresas que les consultan. Aconsejan sobre qué lugar es bueno para invertir, o cuándo hay que firmar los contratos. Se impone la certeza cósmica. Las ficciones seudocientíficas pueden estar orientando decisiones de importancia… Y generando un negocio multimillonario. ¿La base? La necesidad humana de orientación.
Las creencias esotéricas coinciden con las religiosas en la idea de que la vida no se forja en la tierra sino en el cielo, aunque sean cielos distintos. Por cierto, en agosto se han unido Venus y Júpiter en el signo de Cáncer, por lo que favorecen las inversiones. Sobre todo, los Géminis y Tauro, no los Capricornio, que parecemos gafados, mala suerte.
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