Confusión de las mentes
«Cuando todo se aclare daré las explicaciones que hagan falta», anuncia Monedero. La lógica profesoral se ha invertido
Manuel Montero
Jueves, 6 de marzo 2025, 23:27
«Cuando todo se aclare daré las explicaciones que hagan falta», anuncia Monedero. La lógica profesoral se ha invertido, pues serían necesarias las explicaciones previas ... para aclararlo todo, pues después ya sobrarán.
La lógica argumental ha reventado en este país. Lo que queda de Podemos contrataca, a la vista está que tras analizar su precaria situación y ponerse de acuerdo sobre cómo salir de ésta, pues todos repiten lo mismo. Así, nos cuenta que también en esto es el partido más guay, pues es el único que tiene un protocolo para tratar estos casos, protocolo que es muy raro, han incumplido o está hecho para tapar escándalos. Se ven así los más avanzados, porque los demás no tienen protocolos, aunque lo suyo sea protocolo fantasma.
Pues a lo mejor tiene razón, pero también parece que el resto de los partidos no necesitan tantos protocolos para comportamientos sexuales inadecuados como los de Podemos y adláteres, cuya imagen es a estas alturas la de un grupo dedicado a sus tareas eróticas y sólo en segundo término a la política, quizás para ellos la continuación del sexo por otros medios.
Nunca el sexo había ocupado un lugar tan destacado en la política española, entre las aventuras podemitas, los avatares de Jennifer y Ábalos, los tejemanejes del tío Berni y los socialistas… Por lo que se ve, hay más trajín por la izquierda, dicho sea sin ánimo de proselitismo ni de señalar.
Las presunciones ideológicas que atribuían a las derechas todas las perversiones quizás no sean tan exactas como imaginaban estas tiernas criaturas como Monedero, Iglesias, Errejón et alia si explicaban en clase que las derechas tienen sexo sin ton ni son ni contención.
O aspiraban a imitarlos.
Y así, paulatinamente, nos estamos introduciendo en la confusión de las mentes, requisito indispensable para el anhelado apocalipsis. No da para arcángel muñidor de desastres, pero Abascal, el mandamás –o así– de la derecha extrema, contribuye al caos con un triple salto mortal en el vacío ideológico, por seguir a Trump atrabiliario, su profeta, y se nos confiesa seguidor de Putin. Acabáramos. Estamos, por tanto, ante un agujero negro doctrinal, una coalición internacional de patriotas sin fronteras ni patria.
Por verle alguna ventaja al desatino. Vox consigue así coincidir con la izquierda podemita y similares, que todos profesan querencias por Putin. ¿Los extremos se tocan? Más bien que el circo nacional cierra el círculo y nos tiene rodeados. Así que el presidente, que con Ucrania se movía entre el quiero y no puedo, lo primero para demostrarse superlíder y lo otro para no molestar a sus coaligados, saca ahora pecho en la foto de líderes europeos en Ucrania, que no le digan facha.
Mientras, el PP, que tiene cantidad de portavoces –todos, que hablan por no callar–, dicen cosas sobre Mazón, sobre cuya ineptitud no parece haber discrepancias, pero cuya misión en este enredo no ha quedado aún definida y se intuye decisiva e imprevisible de cara a la hecatombe patria.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión