Borrar
Opinión

La República: un mito a rebatir

Manuel E. Orozco Redondo

Lunes, 15 de julio 2024, 23:03

Comenta

Con la Revolución Francesa surgen los males que hoy soportamos, en los que nada es verdad ni nada es respetable, una vez que convierten al ... pueblo en ejemplo y guía de las virtudes, que ni tienen ni puede ser la forma de mejorar, pues el ser humano es un animal con instintos, con deseos perentorios y con vicios, que deben ser controlados a través de normas superiores o referencias, que toda civilización debe tener, conocer y respetar. Ya Aristóteles desconfiaba: «Un montón de gente no es una república». Desde este engaño masivo que la Revolución francesa impone, surge la evidente degradación social a la que hoy se ha llegado, en la que el 'pueblo' no pierde ocasión de alejarse de la virtud, de la moral o, mejor, del humanismo cristiano, que forma al individuo y dota de capacidades para aprender, desde la creencia que solo desde el amor podemos mejorar y hacer el mundo más humano. Por el contrario, la revolución significa, lo que no se entiende su aprobación, odio, asesinatos, destrucción, robos, horror y violencia sin límites que cometen sin responsabilidad alguna, si consiguen triunfar, pero si fracasan no aceptan sus responsabilidades y no se sienten compungidos a aceptar sus acciones, pues lo hacen por 'bien del pueblo'; pero el pueblo, como conjunto, no pide que los enfrenten ni que tengan que matar o robar por unas ideas o personas. Hoy, los mismos franceses están desmontando las bondades del republicanismo. En la película sobre el genocidio de la Vendée ('Vencer o morir') se puede ver lo que fue aquel horror republicano, todo un precedente de la barbarie del comunismo y de nacionalsocialismo. Hoy se están comprobando los daños causados por las ideas de la revolución, que tanto horror y crueldad han causado a los pueblos del mundo. La visualización del daño que han hecho los republicanos al imponer la democracia a culturas, que ni la quieren ni la entienden ni es su forma de ver la vida. Lo que han hecho los republicanos, sobre todo, Francia y los Estados Unidos, junto con Inglaterra, en Irán, Irak, Libia y en gran parte de África, no tiene ni perdón ni justificación, pues, encima, han conseguido que nos odien más de lo razonable y que ha provocado el terrorismo islamita. El dominio colonial, de estas potencias, ha sido terrible y la descolonización ha dejado, a la gran mayoría de los países de África, expoliados, en la indigencia y la división más profunda, mientras sobreviven en la confusión de no saber en qué cultura o principios poder construir su futuro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La República: un mito a rebatir