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Patria, paciencia y trabajar

Manuel E. Orozco Redondo

Viernes, 23 de mayo 2025, 00:01

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Es urgente el retomar el sentido de la Patria, sin la cual nada es posible. Los españoles se han esforzado mucho en denigrar nuestra gran ... historia y, como dice Marcelo Gullo: sin la idea de 'Fe fundante' y sin ese cimiento, la Nación se derrumba, se tambalea. España sin el catolicismo, la Hispanidad, sin valores y sin la idea de Patria, la de nuestros antepasados, que tanto han luchado por construir este mundo, estamos perdidos. No la podemos degradar ni traicionar, como se está haciendo, favoreciendo mentiras o ideas que no son verdad, como las que extendió Inglaterra con la 'leyenda negra' en la que, con mala fe, nos convierte en unos explotares y que nuestra acción, en el continente americano, fue la de matar, explotar y esclavizar a los indígenas. Falso. Es terrible que los españoles se hayan creído semejantes ideas, que vertieron holandeses franceses e ingleses sobre España. Es indignante que, en España, haya más afrancesados y anglófilos que españoles patriotas de verdad. Como ya he comentado, en varias ocasiones, la historia de España está plagada de élites terribles, contrarias al pueblo y a su país. También es terrible que, determinadas elites, conviertan en héroes a personajes miserables y traidores. Recordar la traición de Riego o la de Sagasta, del Almirante Cervera o de las que hoy estamos sufriendo, como convertir a Companys en una especie de defensor de la democracia cuando fue un personaje terrible, asesino y traidor, o como ha pasado con los socialistas: Largo Caballero, Prieto, Negrín y un amplio etc. Nuestra historia es grandiosa y ninguna Nación la puede igualar. Ni Inglaterra, ni Francia ni Holanda, que han sido terribles, explotadoras y colonialistas, lo que nunca fue España, que formó un Imperialismo liberador, de unificación y, desde principios que impuso la Reina Isabel I de Castilla. La Reina cambió la historia de las conquistas: por primera vez el territorio no fue un elemento a explotar, sino a mejorar, y sus habitantes no fueron esclavizados, sino igualados en derecho y privilegios a los de la metrópolis. Se impuso el mestizaje y el derecho a no ser esclavizados. El territorio conquistado se convirtió en Virreinatos, como unas provincias más de España. Sus habitantes en súbditos de la Reina, todo lo contrario que hizo Inglaterra, Holanda o Francia. Todo fue muy diferente en España, en la que nunca triunfo la perversa idea del supremasismo calvinista anglosajón, que practicaron en el Norte del Continente Americano, bajo la filosofía de «el mejor indio es, el indio muerto». Como muestra de la contribución de España a esta civilización, se puede comentar lo que nos dice el escritor inglés Gilbert K. Chesterton, «España ha sido campeona del progreso y de la libertad: la misma institución del Parlamento no vino de Simón de Montfort, o de la Carta Magna, sino de España. Cuando se toma la historia de España en conjunto se percibe, a través de ella un espíritu cuyo verdadero y único nombre es de libertad». Ante esta situación es necesario revertir, con paciencia, todas estas ideas de la leyenda negra y desmentir todas las mentiras, exageraciones y maldades que se han dicho sobre nuestra Historia. En esta idea, están hoy muchos historiadores como María Elvira Roca, M. Gullo, Gil Ibáñez, Pedro Insua, entre los más recientes y fervientes defensores de la Hispanidad, pero hay muchos más; y fuera de nuestras fronteras muchos hispanistas buscan el reencuentro que tuvimos, que el republicanismo se cargó, con la ayuda de los ingleses y sus logias. Es urgente que las autoridades españolas y las elites de Hispanoamericanas comiencen a darse cuenta de la importancia de esta realidad cultural, lingüística y civilizatoria, tal como nos dice el profesor Andrés Amorós, en un discurso en la Fundación de NEOS, en el mes de marzo de 2025. Es un camino que hay que recorrer en busca de nuestro futuro, al tiempo que se debe publicitar, en los medios de comunicación de masas, para informar al pueblo de nuestra historia para que puedan sentirse orgulloso de lo que ha sido España y lo que debe llegar a ser. Los gobernantes actuales están en deslegitimar nuestra gran historia y seguir las falsedades de la 'leyenda negra', pues las «izquierdas», que nos «gobiernan», se han entregado a difundir los mitos que nuestros enemigos y vierten sobre España, hasta tal punto, que personajes de las «izquierdas» llegan a decir que hay que tener horror al trabajo, al esfuerzo, pues la cultura del esfuerzo genera fatiga estructural, ansiedad y cardiopatía. O lo que es peor, tener un ministro de cultura, que defiende la historia de nuestros enemigos, tal como nos dice Andrés Amorós. El Gobierno nada hace para desmentir las mentiras y no solo destroza la historia, sino que, por medio de la educación, desprecia la memoria, la cronología, que hay que enseñar actitudes y no conocimientos. Desprecia la meritocracia por elitista, por lo que rebaja los contenidos y la excelencia; todo lo contrario que defiende Ganivet: el trabajo, educación y mérito. En esta ocasión acierta cuando nos dice: «Patria, paciencia y trabajar», para poder mejorar al ser humano, la sociedad o civilización. Sorprende su claridad, pues adulando, mintiendo, deseducando y despreciando nuestra gran Historia nada bueno puede salir.

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