Manadas
Desde el campanario de la iglesia ·
«Los casos de pederastia crecieron entre el silencio de unos, la cooperación de otros y un olvido culpable de la mayoría»Los ataques en manadas están en los genes de los animales irracionales, quienes, llevados por el instinto, saben que son más efectivos y hacen más ... daño a sus enemigos. Conocemos la existencia de una manada de jabalíes por Jabalcuz, Río Cuchillo y zonas aledañas cercanas a Jaén, por donde campan a sus anchas haciendo daño a sembrados, sistemas de riego y demás aperos de labranza. Las gentes con propiedades en la zona están asustadas y miran a las autoridades competentes en la materia.
Hace un siglo el escritor local don Eufrasio Alcázar Anguita firmó una novela titulada La Senda de los Huertos, una bonita historia de amor y vocación religiosa, donde se cuenta cómo eran los veranos de nuestros antepasados en los Baños de Jabalcuz, en las casas de alquiler levantadas por el canónigo Jerez,y en las caserías ubicadas por todos aquellos pagos. No aparecen descritas manadas de jabalíes, ni nada similar.
Sin embargo, un ejemplar jabato ha aparecido en el barrio del norte de Jaén, a donde ¿ha sido traído por algún desalmado vecino, quien le ha dado muerte de forma violenta y ha dejado el cadáver tirado en una acera para susto de propios y extraños?
Entre tanto, otro tipo de manada, los profanadores de lugares de culto han llegado a la parroquia de Santa Isabel. Y han destruido la Custodia con el Cuerpo de Cristo y han cometido un sacrilegio tan grande como horrendo a los ojos de todo buen católico.
Cuando llegó la manada de la llamada revolución sexual, con el mayo francés del año 68, el conjunto eclesial no fue inmune a tales vientos, que penetraron por todas las rendijas posibles. Los casos de pederastia crecieron entre el silencio de unos, la cooperación de otros y un olvido culpable de la mayoría. Muy pocos pagaron sus consumados delitos.
Hoy concluye en Roma la cumbre contra la pederastia dentro de la Iglesia. Se ha dialogado, se ha orado, se ha pedido perdón a las víctimas, se han buscado soluciones comunes y seguramente con la ayuda de la Gracia de Dios, se pueda erradicar tan mala hierba del suelo del campo eclesial. Pero, el asunto no se puede despachar con buenas intenciones, siempre que dentro de la Iglesia no recuperemos la madurez humana sustentada en los valores trascendentes que suponía afirmar a Santo Tomás de Aquino que la Gracia siempre supone una naturaleza humana fuerte y firme.
Lo había dicho Jesús de Nazaret en su parábola sobre quien construye su casa sobre una cimentación rocosa, o sobre arenas movedizas. Solamente quien posea una plena madurez humana vivirá las exigencias y consejos evangélicos. Aquí está uno de los objetivos esenciales para la pastoral vocacional y matrimonial en los días presentes y futuros. Está claro: sobre una sociedad liquida, amorfa, relativista, inestable, situacionista, es muy difícil que los duros principios evangélicos echen raíces. La historia nos lo prueba con hechos.
Coda final: Hace unos días ha fallecido don Melchor Saiz-Pardo, director de IDEAL durante largos años. Gracias a él puedo ocupar esta tribuna dominical. Ruego al Señor por el eterno descanso de su alma, e invito a los amigos lectores hagan lo mismo.
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