La madre de las batallas: la Diputación

Tres diputados. No será fácil, por ejemplo, que los socialistas repitan el 3-0 en el partido judicial de Úbeda, y tampoco se descarta que el PP pueda coger el diputado de Cs en el de Jaén, y quedaría pendiente si el PSOE resiste en los partidos judiciales de Baeza, La Carolina o Martos. Y, en caso de empate a 13, será clave el vigesimoséptimo.

Por un clavo se perdió una herradura, por una herradura se perdió un caballo, por un caballo se perdió una batalla, por una batalla se perdió el reino.

Es cierto que los socialistas jienenses no perdieron la Diputación ni con las mayorías absolutas de Aznar (2000) y Rajoy (2011), pero también nunca antes el PP había ganado en Andalucía y además con mayoría absoluta. De ahí que el sastre Erik Domínguez haya cogido esa bandera, con mayor énfasis que sus antecesores, incluso cifrando el reto en duplicar las alcaldías (ahora el PP tiene 17), en parte para levantar la moral de los suyos y terminar de coser las entretelas de un partido totalmente escindido en 2017, y en parte porque la ocasión la pintan calva.

Y como en la vida, el fútbol y en la política las victorias y las derrotas las dirimen las expectativas, Erik se la juega al poner el listón en el despacho de Presidencia del Palacio de San Francisco. Aunque será un riesgo menor, ya que apenas lleva año y medio al frente del PP y es probable que mejore el resultado de 2019, cuando tenían más competencia.

Más se la juega el actual inquilino, que como es lógico tiene más que perder, aparte de que podría reabrir el debate interno sobre su sucesión al frente del PSOE, aunque en ese hipotético caso juega a su favor el calendario electoral, es decir, la convocatoria de las generales a la vuelta del verano (a día de hoy no se atisba un adelanto). Y de seguir al frente de la Diputación, como esperan, aunque sea por una menor diferencia, la incógnita siguiente es si estará los cuatro años – en la entrevista que hoy publicamos dice estar con fuerza e ilusión, pero si no fuera así tampoco lo iba a decir – o si los renovadores esgrimirán el pacto acordado en 2021 de hacer 'un relevo tranquilo' dos años después. En tal caso, el alcalde de Marmolejo, Manuel Lozano, que aspiraba a la sucesión, dio un paso al lado y dejó la vicesecretaría general, y el otro nombre, Juan Francisco Serrano, juega ahora en liga nacional como adjunto al secretario de Organización, lo que equivale a número cuatro en el escalafón socialista y a la vera, mucho, de Pedro Sánchez.

Reyes y Juanfra han sido, con el alcalde de Jaén, Julio Millán, los principales mullidores del rutilante centro tecnológico del Ministerio de Defensa, Cetedex, y son los principales beneficiarios políticos de un proyecto que, más allá de partidos, tiene que ser de las instituciones y, por tanto, de razón de estado provincial. Más allá también de la inevitable, y hasta lógica, refriega, como la suscitada en torno a la invitación del presidente andaluz. Aseguran que fue invitado y de hecho estuvieron la consejera de Salud y el delegado en la provincia, pero con solo un día de antelación debido al sigilo con el que se llevó la presentación. Poco tiempo para la agenda de un presidente autonómico, aunque tampoco estuvo rápido Moreno Bonilla en celebrar la noticia, como sí hizo por cierto el alcalde cordobés, también del PP.

Un proyecto que, de materializarse en los términos anunciados, amortigua el 'colcetazo' y el principal argumento de los partidos surgidos a su calor. Y, en este sentido, quizá la reacción más hábil haya sido la de Jaén Merece Más: congratularse, atribuírselo en parte, vigilar su cumplimiento y exigir otro similar a la Junta. Máxime si JMM es llave en ayuntamientos y – la madre del cordero – la Diputación.