Taberno y Huércal-Overa son dos municipios en los que, tanto buena parte de su población, como colectivos en defensa del medio ambiente y de ... la salud animal –salvo veterinarios afines al ayuntamiento de turno- se han unido para rechazar proyectos de creación de las denominadas 'macrogranjas' porcinas cuyos proyectos no garantizan la sostenibilidad ni el respeto a lo que es de todos. No es que no quieran cerdos, lo que no quieren es que se haga el cochino desde el punto de vista medioambiental.
Almería, Granada, Jaén, Murcia… media España está que trina desde hace años con las prácticas abusivas que emplean determinadas empresas, pero nos llevamos las manos a la cabeza cuando esto se airea fuera de casa. Le ha ocurrido al ministro Garzón en una entrevista concedida a The Guardian y pone sobre la mesa dos males de España: que no sabemos inglés y que, aun sabiendo, no hay comprensión lectora.
La entrevista es del día 26 de diciembre, pero hasta el lunes nadie la había traducido, por lo visto. Y quien lo hizo, pecó por hacerlo de manera parcial e interesada. Pablo Casado se enteró porque el aspirante del PP a volver a presidir Castilla y León puso en Twitter en plena campaña electoral una frase, según él, despectiva hacia la industria cárnica nacional.
Garzón tuvo que poner el resto de la entrevista y lo hizo a partir, justo, cuando dijo que «la ganadería extensiva es un medio de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho en partes de España como Asturias, Castilla-León, Andalucía y Extremadura», pero pese a que, en el texto global, se ensalza el trabajo que realiza la industria y, sobre todo, quienes hacen buen uso de ella, le quieren defenestrado. Mi defensa, más que a Garzón, que se sabe y debe defender solo, es al raciocinio.
Si un ministro o ministra defiende las buenas prácticas empresariales y medioambientales y critica lo contrario, ¿qué merece? Para el PP, la dimisión. Lo dice un partido que puede presumir, precisamente, de ministros y ministras; como, por ejemplo, Zaplana, de quien conocíamos hace varios días que según la Fiscalía Anticorrupción habría ocultado 20 millones de euros en el extranjero procedentes de sobornos. Me alejo, y vuelvo a hacerlo, del caso carnal animal.
Y es que, por otro lado, mientras los populares se afanaban en lapidar a Garzón no opinaban sobre lo verdaderamente importante de estos días, que es el aumento del empleo. Para eso no hay tuits, como cuando en mitad de la pandemia, con España en estado de alerta, Casado culpaba a Sánchez del aumento del paro y fue mofa nacional. Ahora no hay tuits de felicitación a la población española.
En 2021 se han creado/recuperado 776.000 puestos de trabajo aproximadamente. Hay más gente trabajando ahora que antes de la pandemia, pero los patriotas de la bandera el 12 de octubre no se alegran de ello.
Ni siquiera se alegran por las miles de familias que, nuevamente, pueden traer un sueldo a casa, llenar el frigo y pagar sus facturas. Haciendo una lectura parcial, como acostumbra el PP, podríamos pensar que sólo les interesan los cerdos.
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