Se llama violencia machista, presidente
Puerta Purchena ·
En ocasiones la lío con los nombres compuestos. José Manuel o Juan Manuel, José Miguel o Juan Miguel… Me confundo, sobre todo, cuando he tratado ... poco a la persona en cuestión pero, al contrario, sí tengo claro cómo se llama mi compañero de trabajo –José Miguel- o mi cuñado –José Manuel- porque les trato a diario y acostumbro a hablar con y de ellos. Este jaleo que me hago con los nombres compuestos se me antoja similar al que se hace el presidente andaluz cuando se refiere a la violencia machista. Y es que no lo tiene claro, porque no se lo cree. No tiene ni idea y, lo que es peor, no le importa nada en absoluto quedar como un mindundi cada vez que abre la boca para pronunciarse sobre este vital asunto. Ni él ni nadie de su equipo tienen presente qué es lo que hay que hacer, qué es lo que hay que decir y cómo se ha de actuar desde una administración cuando un asesino mata a su mujer y a sus hijos porque le ha salido del mismo alma hacerlo. «¿Qué decimos, ahora? Di algo, Juanma, que la gente está esperando», le dirán sus asesores alrededor. Y sale cualquier cosa. Recientemente, Moreno Bonilla se apresuró en su cuenta de Twitter a mostrar su repulsa hacia lo que denominó «crimen familiar» cuando un hombre mató a cuchilladas a su mujer y a sus dos hijos adolescentes en Úbeda. No, presidente. Los crímenes familiares están en las novelas de Agatha Christie. Esto se llama, desde hace mucho, desde antes de que usted comenzara a darse cuenta de que los hombres matan a las mujeres 'violencia machista', 'crimen machista', 'violencia de género'. No tenga miedo a llamarle a las cosas por su nombre. Una mesa es una mesa, una silla es una silla y cuando un hombre mata a una mujer por el mero hecho de ser mujer y de ser su esposa, amante o pareja es 'violencia machista'. Su socio de gobierno, la ultraderecha, le felicitó por usar ese término en Twitter, le tuvo contento y es que –ay, ay, ay- tiene que tener satisfecha a la ultraderecha misógina, homófoba y racista si quiere seguir gobernando en Andalucía, porque con ellos debe contar para todo. Si no lo hace, humo de la Junta. Ese desafortunado tuit llamando 'crimen familiar' al asesinato en Úbeda existe y hay pantallazo. Yo lo tengo. Miles de personas lo tenemos. Lo digo porque luego, desde el PP andaluz -Toni Martín, que es un montón de guay- le llamó 'manipuladora' a Beatriz Rubiño, del PSOE, cuando pidió explicaciones a Moreno Bonilla sobre su descripción descafeinada y ultraderechista de la violencia machista. O Toni Martín miente o no se lee los tuits de su jefe que se debería aprender como si se tratara de los 10 mandamientos. Y es que cuando no se está en lo que se tiene que estar se cometen fallos como este o como dejar sin subvenciones a los colectivos de mujeres que luchan contra la violencia de género en Almería y en Andalucía, como reducir el presupuesto en igualdad, como permitir que la ultraderecha meta sus narices en la masa trabajadora de los CIM porque se los quieren cargar o en publicitar una imagen institucional de homenaje a los profesionales que nos han cuidado y que aún nos cuidan durante esta pandemia con un dibujo en el que podemos ver a un fornido policía con el brazo superpuesto sobre el hombro de una enfermera mucho más menuda que él. Básicamente, lo que la Junta de PP y Cs nos está ofreciendo es una master class de educación en desigualdad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión