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PUERTA REAL

El ladrillo en la cisterna

Se cumplió el vaticinio de Alfonso Guerra y a España ya no la conoce ni la medre que la parió

ESTEBAN DE LAS HERAS BALBás

Sábado, 12 de noviembre 2022, 22:35

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La primera sequía postfranquista, que ya no se apellidaba 'pertinaz', vino a principios de los años ochenta. A alguien se le ocurrió que una manera ... de ahorrar agua era meter un ladrillo en la cisterna del váter. La idea caló en los colegios, los profesores aleccionaron a los alumnos y en los edificios en construcción los maestros de obras tuvieron que soportar oleadas de niños que se acercaban a pedir un ladrillo, o los afanaban de los palés que llegaban de Bailén. Las criaturas creyeron que estaban salvando el planeta. Luego, en las vacaciones de verano, comprobaron que los habían engañado cuando vieron cómo se malgastaban millones de litros regando campos de golf en las costas del Sur y de Levante con temperaturas de más de cuarenta grados. Lo del ladrillo fue una monumental estafa a aquellos inocentes, que a partir de entonces cubrieron su alma con la dura piel del escepticismo. Vinieron más sequías y nacieron más niños.

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