El laberinto español
Andrés García Lorca
Catedrático de Universidad en el Área de Análisis Geográfico y Regional
Sábado, 24 de febrero 2024, 21:37
A principio de los años cuarenta de mil novecientos, Gerard Brenan escribió un ensayo sobre los antecedentes sociales y políticos que determinaron el origen y ... las causas de la Guerra Civil española de 1936-39. Pero no es a ese ensayo al que quiero referirme, aunque, la realidad de la España actual tenga muchas semejanzas con el descrito por G. Brenan, sino a la fábula del laberinto y el Minotauro que describe la mitología griega, pues este mito se ajusta a una interpretación de realidad española, pues en ella se dan cita personajes, pasiones humanas, mentiras, deseos de poder a cualquier precio, traiciones y venganzas, sin olvidar heroicidades y miserias.
El mito de referencia narra que Minos pide la ayuda a Poseidón para lograr el trono de Creta y lo obtiene a cambio de una promesa que luego no cumpliría, como era sacrificar a los dioses un toro blanco bellísimo salido del mar; promesa que no cumple engañando a Poseidón y quedándose con el toro. En castigo, su mujer, Pasifae, se enamoró del toro y con engaños yació con él, obteniendo como fruto de esa relación un monstruo mitad toro y mitad hombre. Minos, para castigar la infidelidad, ordenó a Dédalo construir un laberinto para que el monstruo nunca pudiera salir de allí. Pasifae lo cría y alimenta, pero cuando creció gustaba de comer carne humana. El rey Minos guerreó con los atenienses y los venció, obligándolos a pagar tributos y la entrega cada año de siete jóvenes varones y siete doncellas para alimentar al monstruo. Un joven ateniense, Teseo, pide luchar contra el Minotauro y acabar con el tributo y se presenta ante Minos que lo autoriza, pero su hija Ariadna, enamorada de este guerrero, le facilita una madeja de lana que deberá ir desenrollando para encontrar la salida del laberinto si consumaba su apuesta. Una vez muerto el Minotauro, el rey vuelve a incumplir su promesa y tratará de apresar a Teseo pero este huye con su amante Ariadna.
Lo interesante es ir asociando personajes, entidades o instituciones con los que figuran en la trama griega; así podríamos identificar a Minos con Sánchez o al Minotauro con los independentistas, pero lo atrevido es identificar a Teseo, Ariadna, Pasifae e incluso Poseidón, con personajes e instituciones actuales.
La realidad de España ciertamente se presenta como un laberinto no exento de trampas, falsas salidas y caminos que no llevan a ningún sitio o a que te coma el monstruo. Así, en Cataluña siguen con la proclamación de independencia pese a lo pactado en la ley de amnistía. El gobierno del PSOE ha jugado en Galicia con otra camiseta diferente a su modelo ideológico y encima se enfada con el presidente de Castilla-La Mancha por no secundarlo. Los agricultores claman y reclaman justicia para el sector. Los jueces desautorizan al Gobierno por su decisión con retirar a la Guardia Civil de Navarra. El Gobierno envía a la muerte a los guardias civiles por no dotarlos del material necesario para repeler y neutralizar las acciones de los narcotraficantes. España queda al margen de la lucha por la seguridad marítima en el mar Rojo. Marruecos ningunea a España y el presidente viaja al país vecino sin propuesta alguna conocida y vuelve sin respuestas a los temas candentes, fronteras, migraciones, tráfico de drogas. La violencia «putinesca» se manifiesta en Alicante sin cortarse un pelo. Y así podemos ir desgranado realidades que evidencia la disfuncionalidad del Gobierno, su desequilibrio interno y su incapacidad para resolver los graves problemas que afectan a España. Y como guinda el caso Koldo-Ávalos que el cínico y embustero Sánchez quiere desviar atacando a Ayuso que responde con que le gusta la fruta.
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