El Koldo de Kepa
Juan Sánchez
Periodista
Lunes, 4 de marzo 2024, 22:54
El temporal de viento me ha impedido este fin de semana salir a disfrutar de la naturaleza y, por ende, se van a quedar, compuestos ... como estaban, sin que les narre mi enésima aventura dominical. Pero no se preocupen que se la cambio por una clase exprés de idiomas. En la mente de todos, con lo que a corruptela política nos está cayendo en estos días, tenemos presente la mítica frase de M. R. al extesorero Bárcenas vía 'sms': «Luis, se fuerte». Pues bien, con este gobierno que tenemos ahora, cuya mayoría que lo apuntala cuenta con representación vasca y catalana, nos debe llevar a barajar la idea de aprender nuevas lenguas. Del catalán ya dimos buena cuenta hace unas pocas semanas, aunque no está de más seguir repasando. Que el saber no ocupa lugar. ¿Qué me dicen del Euskera? Uno ha vivido cuatro años en Bilbao y he de reconocer que aprendí poco, pero algo se me quedó. Me da para enseñarles unas nociones básicas para afrontar el quehacer cotidiano con dignidad.
Como todo en la vida, hay que esforzarse y nuestro Kepa, más de otros que mío, pero lamentablemente lo que hace me afecta, ha decidido evolucionar dialécticamente. Con ese porte y esa flama, dominado el inglés le ha llegado el turno del vasco en su versión Batúa, la estandarizada. Para poder dialogar de político a político, como en su día hiciera el del bigote con el señor de los misales andorranos. Aunque consideren que nos viene al pelo la canción de 'Presuntos implicados', lo cierto es que más que un cambio esto supone una evolución en toda regla, porque a Koldo le da la risa eso del 'tres per cent'.
Me advierten de que en las paredes de La Moncloa ya retumba el nuevo idioma, como en la película 'El discurso del rey'. Como si de una escalofriante psicofonía se tratara los tabiques del palacio, muy 'progre' la casita, lloran una frase sin encontrar consuelo. «Koldo, ez agertu zeure burua». Prestando un poco de atención ese tono chulesco y chabacano nos invita a adivinar sin género de dudas su procedencia. No cojan el diccionario que un servidor les ilustra. «Luis, no te reveles». En la farmacia más próxima al chalecito se han quedado sin pañales. Han volado más rápido que las mascarillas y el gel hidroalcohólico en su día. Pero no tan veloces como los millones de euros que nos han levantado a todos los españoles que cargamos con miles de muertos en la chepa.
Después de la clase de lengua, como estamos a martes, toca también la de matemáticas. Una simple regla de tres nos permite vislumbrar un futuro judicial de lo más interesante. Si por cuatro trajes, que no eran ni de Hugo Boss, el ínclito dirigente valenciano Paco Camps sufrió un auténtico calvario, por tantos millones saqueados en mascarillas, que nos han resultado bastante carillas, por cierto, Joseba Koldo Ábalos ya se barrunta que poco menos va a cruzar de punta a extremo la gran muralla china de rodillas. Pero Kepa no tiene capacidad mental para entrever la que se le avecina, ni para hacer la 'o' con un canuto tampoco, y su suplicio le va reportar menos gracia que la serie del de 'Marisco Recio'. Todo un reto, como el de Bego jugando a ser empresaria con el beneplácito del jefazo.
Por el horizonte se averiguan nubarrones y ni poniendo el ventilador a todo trapo los van a disipar. Por muchas avionetas que tengan para impedir el torrente de agua, y mira que el 'presi' de otra cosa no pero de altos vuelos y de no tener los pies en el suelo entiende una barbaridad, van a evitar mojarse. Se van a 'chopar' que dirían los valencianos con Joseba Koldo al frente.
Se abre ahora un tiempo interesante. Cojan palomitas y varios litros de agua para presenciar el espectáculo circense, pero no de acróbatas, payasos o domadores. En el centro de la pista están los lanzadores de cuchillos. Las puñaladas se van a suceder por doquier. Les aseguro que estoy que no quepo en el chaleco ante lo que vamos a poder presenciar bajo la carpa de la hipocresía de la que hacen gala el número uno del ejecutivo y sus palmeros. ¿Verdad que sí? Claro, ustedes como yo sólo suponiendo que nuestros dirigentes nos consideran borricos y subnormales pueden entender que lo negro sea blanco y del revés. En efecto, prestando un poco de atención a los ministros, tan sólo una una pizca, que más puede hacer que nos contagien su inutilidad, habrán escuchado que a la hora de perseguir la corrupción son los primeros, nadie pone más celo que ellos en esta empresa. Un esfuerzo totalmente estéril si una vez que le echas el guante la amnistías. Por favor, ríanse de otros, que los españoles de ahora no somos los de los años 70 ni 80, que esta semana pasada los único que les faltó fue sacar a pasear a Paquito, a ese del que tanto tiran en cada campaña electoral. Ven como no evolucionamos ni teniendo a los del puño y la rosa al frente del país. Ahora el debate se centra en quién es más corrupto, porque el 'y tú más' gusta a un político más que una mierda a una mosca. ¡Buen provecho!
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