Si yo fuese Juanma, el presidente
Todas las miradas están puestas en Juanma Moreno. Qué gobierno formará; a quién tendrá de escudero; qué primera medida de gobierno tomará; a quiénes recibirá antes que a nadie; hasta cuándo será moderado... Agudo y Medina se despiden esta temporada imaginando que ellos son Juanma, el hombre de moda.
ANTONIO AGUDO MARTÍN Y ERNESTO MEDINA RINCÓN
JAÉN
Sábado, 25 de junio 2022, 12:10
Antonio Agudo Martín
Lo fácil es ganar…
Si yo fuera Juanma, el hombre de moda, estaría un poco acojonado por la responsabilidad que me han dado las urnas. La gente que hace ... historia es porque suele perecer en una cruenta batalla o fallece víctima de sus propios acólitos que no le dejan terminar de subir la escalinata del Senado. Así que si yo fuera presidente de la Junta de Andalucía, lo primero que hacía es nombrar a un consejero de La Verdad para que me dijera al oído, a cada poco, que además de ser mortales los humanos nos venimos arriba y se nos olvidan las promesas que fuimos haciendo por el camino. También me buscaría un dietista para que me ayudara a digerir el atracón de votos para no sucumbir a la indigestión entre flatulencias y resoplidos. Hay que saber gestionar las derrotas, pero es más importarte dosificar las victorias. No caer en la soberbia y cómo Napoleón levantar una columna a lo Adriano con unos logros efímeros y fugaces.
Si yo fuera presidente, intentaría emular a Odiseo y hacer acopio de cera para los oídos para acallar los muchos cantos de sirénidas y Polifemos que lo único que buscan es desdibujar el rumbo. Si yo fuera Juanma, tendría cuidado de augures y susurradores para tener bien claro que el poder descansa en los hombros de los ciudadanos y no en los armiños y togas damasquinadas.
Nada está hecho, esto es sólo el principio, ahora es cuando llega la hora de la verdad. Hay que dar satisfacción a la confianza recibida sin mirar origen, comarca y periferias. Un hombre, un voto. Una mujer, un voto. No hay más, se viva en el Helesponto o allí donde hay dragones. Si yo fuera presidente, no me gustaría confundir valores con precios y me rodearía de los mejores, aunque no sean de los míos. La tarea es ardua pero tampoco nos piden que seamos Heracles o el Cid. Se trata de mantener el sentido común y los pies en la tierra y nunca olvidar que lo mismo que nos colocan nos pueden quitar. Si yo fuera presidente, me acordaría de que nada es para siempre, ni el PSOE ni el que viene después. Lo único eterno es Andalucía y los andaluces a los que me debo. Eso es lo que yo haría si me llamará Juanma y fuera presidente. Pero no lo soy. Quedo a la espera
Ernesto Medina Rincón
…ahora hay que cumplir
Antes de esbozar el discurso de investidura Juan Manuel Moreno Bonilla, Juanma para los amigos y votantes, tiene previstas dos visitas turístico-culturales. Ambas sin salir de Sevilla. Las ruinas de Itálica y el Museo de Bellas Artes. Son una redundancia. Porque la médula es la misma: la volubilidad de la política. El poema de Rodrigo Caro – «estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa»- le recordará al presidente in pectore los caprichos de la fortuna, sobre todo en la vida pública. Puede optar por los cuadros barrocos de Zurbarán o Valdés Leal que con el tópico del 'memento mori' -recuerda que has de morir- bajarán a la tierra al semidios, a quien, en expresión castiza, se le ha aparecido la Virgen. Y no una, sino varias veces.
Fue candidato a regañadientes, tras abandonar con disgusto la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Obtuvo en las elecciones andaluzas los escaños previsibles. Ninguna heroicidad. Mas una conjunción astral lo convirtió en presidente de la Junta con el apoyo de Ciudadanos que hasta entonces sostenía al PSOE. Presumiblemente por aquellas fechas Juanma todavía no echaba la Primitiva.
Ha gobernado tres años prudente, sin meter la pata. La gestión difería poco de la que efectuaban los socialistas mientras estuvieron en el poder. He aquí un ejemplo. En la Consejería de Educación todo funciona igual de mal -o bien, lo dejo al libre criterio de cada cual- que durante los últimos lustros. Hasta incurren en los mismos vicios. Están a punto de publicar unas instrucciones de una orden que todavía no existe. Con el tiempo alcanzará las cotas socialistas: las aclaraciones de unas instrucciones de una orden nonata.
El prenda se marca un exitazo electoral el diecinueve de junio. No es un líder excelso. Carisma… En fin, sin excesos. Ha trocado la cara de niño pijo por la de gestor eficaz. Ya no asemeja el tontainas que aparecía en los carteles electorales de hace tres años, sino el yerno que cualquier suegra andaluza querría tener. En Jaén, donde resido, arrasa a las huestes socialistas sin que el tranvía haya echado a andar o la provincia haya sufrido una transformación sustancial. Los designios de la providencia son inescrutables.
Si yo fuere Juanma, no le diría a nadie el santo al que le rezo. Me quedaría sus milagros para mí solito.
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