Combustible
«Vamos al grano. Se trata del hidrógeno. No un hidrógeno cualquiera, sino uno especial que se conoce como hidrógeno verde»
Juan Teruel
Periodista
Viernes, 21 de julio 2023, 22:30
Lo mío con el combustible es algo que me viene de antiguo, y es que mi padre trabajó en la Campsa. Por cierto, desde niño, ... yo sabía lo que significaban esas siglas; incluso conocía la versión maliciosa que hacían algunos.
Así que cualquier noticia referida al asunto mueve mi curiosidad: ya sabe usted: lo que se aprende de niño… Lo malo es que, cuando se toca este tema, es para lamentar la subida de sus precios, la escasez o el daño que hacen sus vertidos (a los mares o a la atmósfera). Afortunadamente y gracias a Juan Sánchez, he podido saber a través de este periódico que el combustible del futuro será más barato que la gasolina.
Una noticia esperanzadora. Así lo afirma Mario Gómez, alto directivo de una empresa almeriense que mueve treinta millones de facturación y cuenta con un millar de trabajadores. Y yo con estos pelos. Y es que en Almería no estamos al corriente de nuestros potenciales ni conocemos algunos nombres que identifican a empresas que proporcionan un montón de salarios, como es el caso de TCI GECOMP.
Vamos al grano. Se trata del hidrógeno. No un hidrógeno cualquiera, sino uno especial que se conoce como hidrógeno verde. Ya supondrá usted que el nombre tiene que ver con el medio ambiente y esas cosas. Efectivamente, es un tipo de gas que se obtiene mediante el empleo de energías limpias. Esta es una condición importante, la otra es que se requiere agua para obtenerlo. Afortunadamente para Almería, con la primera cumplimos de sobra; la dificultad estaría en la segunda condición, pero parece que esto no sería un problema, porque el agua requerida puede obtenerse incluso del mar (además de la reciclada, de desaladora, o de pozos).
La cosa tiene truco, como no. Porque, si usted estaba pensando en los coches convencionales, iba mal orientado. Se trata de mover coches eléctricos, pero no precisamente de los que ya circulan por nuestras carreteras. Serían otros más modernos y con mayor autonomía para circular. Para que se pudieran cubrir distancias como seiscientos kilómetros del tirón, se requeriría dotarlos de baterías de ese nuevo combustible. O sea: que a final va a haber coches a pilas.
El proceso en el que está metida esta empresa se llama Hoasis y pretende lograr que nuestra tierra sea uno de los polos de desarrollo de esta nueva modalidad de combustible, pero ni la única ni la más importante, que, aunque tengamos potencial, hay otros muchos mejor situados. Se trataría de construir una gran fábrica fotovoltaica y extraer el hidrógeno verde con esa energía renovable y agua. Es un proyecto que se basa en la economía circular, de modo que todo se aprovecha y no se desperdicia nada. Hasta el punto de que el oxígeno resultante, el agua residual e incluso el calor que se genera se utiliza para piscifactorías y hasta para invernaderos.
Imagino que usted está pensando que, si los eléctricos que ya circulan valen una pasta, estos otros saldrán por un ojo de la cara. Pero no, porque Mario Gómez dice que hay que abaratar el costo de estos nuevos coches, hasta que lleguen a la mitad de lo que valen ahora. Y pronostica un futuro en el que hasta los autobuses sean eléctricos.
Pero hay que esperar. Como dice Gómez, cambiar los dos millones de coches que hay en el mundo lleva un tiempo.
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