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Un mundo de contrastes

La bondad convive con la miseria moral, y los buenos tienen la obligación de defender la tolerancia, la verdad y la justicia

Juan Santaella

Miércoles, 22 de febrero 2023, 20:29

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Hay multitud de personas que dedican su vida a servir a los demás. Jóvenes (y no tan jóvenes), en ONGs, luchan por los hambrientos, por ... los desposeídos de la tierra, por los sin voz, por los que arriesgan su vida en el Mediterráneo…; hay muchos que donan sangre, órganos y bienes a cuantos lo necesitan; los hay que respetan y quieren a familiares, amigos y vecinos, aunque tengan ideas distintas a las suyas…; y todas esas personas abnegadas y tolerantes son felices haciendo el bien y confraternizando con los demás. Pero, junto a ellos, también hay demasiados que se enriquecen a costa del sufrimiento de otros, que manipulan a los demás para lograr beneficios, que utilizan la vida pública para lograr poder o influencias, que utilizan la palabra como un instrumento voraz al servicio de su interés, que crean una distancia abismal con los que tienen ideas o creencias distintas a las suyas…

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