La lucha permanente por la libertad
La mujer está siendo despojada de derechos por el avance de la extrema derecha y por el desprecio que suscita en las repúblicas islámicas
Juan Santaella
Miércoles, 30 de agosto 2023, 23:09
La escritora francesa Marie Gouze (1748) fue una luchadora contra la esclavitud y por los derechos de las mujeres. Escribió la 'Declaración de los Derechos ... de la Mujer y de la Ciudadana' (1791), donde pregunta: «Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta… Dime, ¿Qué te da imperio soberano para oprimir a mi sexo?». Su lucha contra el poder, por la defensa de los esclavos (esto atentaba contra el imperio francés) y las mujeres, la llevó a la guillotina (1793). Solo tras la Segunda Guerra Mundial se le consideró una de las grandes de la Revolución Francesa. La lucha de Gouze fue solo el comienzo. Ahora mismo, la mujer está siendo despojada de muchos derechos en varios lugares de Occidente debido al avance de la extrema derecha, y, sobre todo, en las repúblicas islámicas, por ejemplo, en Irán o en Afganistán.
En el caso de Irán, una joven, Jina Mahsa Amini, por llevar el velo mal puesto, fue detenida y maltratada, durante tres días, por la 'policía de la moral', hasta acabar con su vida (2022). A pesar de la brutal represión por las protestas, éstas duraron 100 días. No sabemos los encarcelados. Según las Organizaciones de Derechos Humanos, a mediados de diciembre pasado se detuvieron a más de 18.000 manifestantes y hubo más de 500 muertos, muchos con disparos en la cabeza. Pero una vez que las iraníes han derribado el muro del miedo, es muy difícil recomponerlo.
Las mujeres en Irán parecen haber recobrado las ansias de libertad. Muchas aparecen en público sin pañuelo y sin la túnica obligatoria, vistiendo una blusa o un vestido. El sistema iraní, sin embargo, sigue insistiendo en el código de vestimenta para mujeres, aprobado en 1979: «La mujer debe cubrirse el cabello y usar ropa larga y holgada para ocultar su figura, como exige la ley islámica Sharía». Cualquiera que viole estas regulaciones sufrirá multa o prisión.
Estamos ante un cambio profundo en la sociedad, dice la investigadora religiosa Haila Manteghi Amin: «Este cambio no se limita a los estratos intelectuales o cultos de la sociedad, ni a las grandes ciudades. Es un fuerte cambio cultural, una nueva forma de pensamiento que puede presagiar otros grandes cambios. Se trata de una generación rebelde, informada y de mente abierta gracias a Internet».
Hay que reclamar a la cultura islamista, sobre todo a la más radical, que avance, como lo ha hecho Occidente, en la aceptación de la libertad religiosa, rechazando la restauración de la sharía, legislación medieval, que regula los diferentes aspectos de la vida del musulmán, confundiendo lo religioso, lo político y lo social, debido a que «el Islam nunca supo trazar una raya de separación entre religión y sociedad», como decía Hans Küng, lo cual genera un tipo de teocracia en la que se niegan los valores democráticos. Como dice Pedro Gómez, en 'Los dilemas del Islám', éste tiene cinco grandes desafíos: aceptar la primacía de la razón; libertad de conciencia y de religión; igualdad de todos los hombres, al margen de su credo, sin discriminación hacia la mujer; apoyar la democracia política liberal, con separación entre el Estado y la religión; y reconocer los derechos humanos universales.
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