¡Vivan las vacaciones!
Juan Sánchez
Lunes, 28 de julio 2025, 23:29
Dicen que el Gobierno tiene unos días frenéticos antes de que acabe el mes porque en agosto se van de vacaciones y pagadas. Sí, y ... muy bien remuneradas, no como las de otros que nos vemos y nos deseamos para poder descansar un par de días aunque sea a últimos de agosto. Y mira que mi cardiólogo me ha prescrito que tengo que levantar el pie y tomarme unos días libres, pero, claro, llego al centro de salud y mi médica de familia me dice que eso no me lo puede incluir en la tarjeta sanitaria, que no se despacha en farmacias; ni pagando un tanto por ciento, como con el Paracetamol. Y encima me tengo que dar con un canto en los dientes por estar vivo y coleando, para alegría de muchos y lamentos de alguno.
Pero vamos que si hubiera sido por el Servicio Andaluz de Salud la cosa habría sido al revés y más de uno y de dos continuarían de resaca. Igual ya estaría en una caja de pino cortesía de mi amigo Artés o me estaría tomando las medidas. Denuncian año tras año que con el verano se cierran plantas de hospitalización, faltan médicos en la zonas costeras, pero es que lo de un servidor fue antes del arranque de la temporada estival y aún podría estar aguardando a que me dieran cita para antes del cierre de año en Cardiología del SAS. Pero claro, como uno va más que justo para llegar a final de mes por invertir parte de su dinero en diferentes sitios, incluida la sanidad privada, pues por ahí me escapé y por la vía de urgencia. Y encima cuando uno regresa a su centro de salud, una vez repuesto de la avería que le estaba haciendo la puñeta, para que le receten la medicación que ha de tomarse en lo sucesivo, parece que la culpa es suya. Que es que no me expliqué bien en la consulta. Menos mal que como me dedico a la comunicación y yo sí que tengo mi título de licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del País Vasco, a diferencia de los políticos 'hinchacurrículos', otra cosa igual no, pero expresarme no me cuesta, pese a lo que diga mi galena de cabecera.
El caso es que lo mismo que le había manifestado cuando me senté frente a ella se lo trasladé al especialista. Las mismas palabras y estoy seguro porque éste segundo lo dejó reflejado en el informe médico que derivó en mi visita al quirófano por la vía rápida y sin anestesia, hecho que la susodicha se vio en la obligación de reconocer. En fin, un despropósito que, por suerte y gracias a la cartera, lo puedo contar. Y entonces uno se para a pensar en aquellas personas que padecen una situación más delicada que la mía y que no pueden permitirse una clínica privada. Se encomendarán a alguien para que agilicen las listas de espera o bien para que se obre el milagro, porque de lo contrario no se comen el turrón.
Es triste pero cierto. Y lo más llamativo del caso es que quien te tendría que haber atendido en el Hospital de Torrecárdenas con cargo a la Seguridad Social es el mismo que lo hace en la privada. Ahora saldrán los socialistas con eso de que el PP privatiza la sanidad, igual también deja de ser público hasta el Materno-Infantil que tanto iba a construir Manuel Chaves y que lo levantó una administración de distinto color político. Unos y otros están acabando con una sanidad que era la envidia del mundo. Aunque, claro, habrá quien apuntille que lo sigue siendo, y en parte lleva razón porque más allá de nuestras fronteras la cosa se pone 'pelúa', así que, si aquí tenemos acceso a un médico de familia, aunque no sepa distinguir su mano derecha de la izquierda, pues no estamos tan mal, no.
Pues por todo lo que les estoy contando me esfuerzo en las últimas fechas en adelantar trabajo para poder librar un par de días, no más, que a todo lo bueno se acostumbra uno y la vuelta a la realidad tras varias jornadas de asueto en muchos casos es como un sopapo a mano abierta, te deja huella para un mes, por lo menos y que la cosa se quede resuelta sin necesidad de la mediación de un profesional de la Psicología. Los autónomos estamos poco acostumbrados a esos mamporros, pero los asalariados, sobre todos aquellos funcionarios que pueden cogerse un mes de vacaciones del tirón, es que vagan como alma en pena por los pasillos y las oficinas tras deshacer la maleta. Nada cambia.
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