La 'tractosfera'
Protestas en el campo: clamor por un futuro sostenible
Juan Francisco Delgado Morales
Domingo, 3 de marzo 2024, 23:11
En las últimas semanas, miles de agricultores han salido a las calles de toda Europa y en España en una serie de protestas que han ... bloqueado carreteras y ciudades. La principal causa de su descontento es la grave crisis que afecta al sector agrario, caracterizada por unos precios de producción ínfimos, un aumento desmedido de los costes y una creciente incertidumbre sobre el futuro acentuada sobre todo por el problema de la sequía. Y las perspectivas no son halagüeñas, sobre todo en los países ribereños del mediterráneo.
Las causas de esta crisis son complejas y multifacéticas. Entre los principales factores se encuentran:
Precios de producción ínfimos: Los agricultores se ven obligados a vender sus productos a precios muy bajos, a menudo por debajo del coste de producción. El llamado umbral de la rentabilidad ha caido por debajo. Esto se debe a la competencia global, la concentración del mercado en unas pocas grandes empresas y la falta de poder de negociación de los agricultores. La buena intencionada Ley de cadena agroalimentaria no lo ha arreglado.
Aumento de los costes: Los costes de producción han aumentado considerablemente en los últimos años, debido al alza del precio del combustible, la energía, los fertilizantes y los fitosanitarios.
Cambios climáticos: El cambio climático está afectando cada vez más a la agricultura, con fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones y olas de calor que dañan los cultivos y reducen la producción.
Falta de relevo generacional: Muchos jóvenes no ven en la agricultura un futuro viable, lo que está provocando un envejecimiento de la población agraria. La agricultura y la ganadería cosechan un desprestigio social desde hace mas de 50 años.
Las protestas como grito de auxilio
Las protestas de los agricultores son un grito de auxilio ante una situación que se ha vuelto insostenible. Los agricultores exigen medidas urgentes por parte del gobierno y de la Unión Europea para garantizar un futuro viable para el sector agrario. Entre las principales reivindicaciones se encuentran:
Precios justos para los productos agrícolas: Los agricultores exigen que se establezcan precios mínimos para sus productos que les permitan cubrir los costes de producción y obtener un beneficio digno. Es la clave de bóveda de todas estas reivindicaciones. Esto sólo sería posible con un pacto y con la aplicación efectiva de la legislación con la ayuda de la trazabilidad tecnológica, haciendo que los productores pequeños tengan garantizadas los umbrales de rentabilidad. El control sobre las importaciones es también una demanda que está trayendo mucha polémica. Hoy sabemos que la seguridad alimentaria está garantizada en Europa, pero la trazabilidad tecnológica para el control aquí es clave, y acabar con las fakes, muy frecuentes en estos dias.
Ayudas directas: Los agricultores necesitan ayudas directas por parte del gobierno y de la UE para afrontar la subida de los costes de producción. Sobre todo, las explotaciones por debajo de las 50 hectáreas. También es necesario una decidida política de integración de la industria de transformación. Las ayudas la concentración y fusión de cooperativas es clave.
Medidas contra el cambio climático: Es necesario implementar medidas para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura. Aquí los agricultores deben saber que deben ser aliados y no enemigos de este activismo climático. Está en juego nuestro futuro. La tecnología ayuda enormemente a ello. El riego inteligente y la ingeniería genética pata hacer especies más resistentes es también otra clave. Planes de trasvases de agua, de depuración y reutilización son urgentes e importantes. No se puede esperar.
Plan de relevo generacional: Se necesitan medidas para atraer a los jóvenes al sector agrario y garantizar la continuidad del mismo, con ayudas a la creación de empresas agrarias por parte de jóvenes, la creación de incubadoras de empresas y programas de aceleración para startups rurales, diversificación de la actividad agraria hacia nuevos nichos de mercado y el fomento del agroturismo y la comercialización directa de productos. Es clave también la modificación de las sucesiones en empresas agroalimentarias con exenciones fiscales y bonificaciones en la Seguridad Social, con programas de mentoring y acompañamiento para jóvenes agricultores.
Menos burocracia y mayor digitalización: El contrasentido del aumento del control de las ayudas aumentando la burocracia para la aplicación de nueva PAC ha sido la gota que ha colmado el vaso. En la era digital es un contrasentido que los datos que tiene la propia administración y aquellos que puede cruzar e integrar se le pidan al agricultor y al ganadero como si fuera el nodo de integración de la información. Más allá de las resistencias al cambio, es más necesario que la administración acelere el proceso de digitalización, e integración de los datos.
Tecnología e innovación: claves para un futuro sostenible, la tecnología y la innovación pueden jugar un papel fundamental en la búsqueda de soluciones a la crisis del sector agrario.
Algunas de las áreas donde la tecnología puede aportar valor son:
Agricultura de precisión: La agricultura de precisión permite optimizar el uso de recursos como el agua, los fertilizantes y los fitosanitarios, lo que puede reducir costes y aumentar la eficiencia.
Biotecnología: La biotecnología puede ayudar a desarrollar nuevas variedades de cultivos más resistentes a las plagas, enfermedades y el cambio climático.
Comercio electrónico: El comercio electrónico puede abrir nuevos canales de venta para los agricultores, permitiéndoles acceder a nuevos mercados y obtener mejores precios.
Desarrollo de nuevos productos: La investigación y el desarrollo de nuevos productos agrícolas pueden ayudar a diversificar la producción y aumentar el valor añadido del sector.
Conclusión
La crisis del sector agrario es un problema complejo que requiere soluciones urgentes. La tecnología y la innovación pueden ser herramientas valiosas para construir un futuro más sostenible para la agricultura. Sin embargo, es fundamental que estas soluciones se implementen de forma justa y equitativa, teniendo en cuenta las necesidades de los pequeños agricultores y las comunidades rurales. Es necesario un diálogo abierto y constructivo entre todas las partes implicadas para encontrar soluciones duraderas que garanticen la viabilidad del sector agrario y la seguridad alimentaria. De nada sirve que unos y otros se arrojen e instrumentalicen la delicada situación de la cadena agroalimentaria. Todas las entidades, públicas y privadas, deben empujar en esta línea.
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