Pineda, liberalismo y arte
Juan de Dios Villanueva Roa
Miércoles, 28 de agosto 2024, 00:05
Libertad, igualdad y ley. Amor, extraña palabra en un requiebro de opinión; soledades, estado más común de lo que el colectivo supone, porque no se ... mira. Y arte, mucho arte en una nebulosa de colores, música de tacones y palmas con pitos. Y unos músicos que envuelven la escena y el escenario, que es el escenario de la vida misma, representativo de esta Granada infame con los propios y congratuladora con forasteros. Dañina, sumisa y llorona, que le cuesta fijar de manera definitiva un día para conmemorar el icono propio de la libertad, de la resistencia laica y de la misma muerte a garrote ante los ojos de los paisanos, que callan y vuelven la cara.
El espectáculo que Ballet Flamenco de Andalucía ha construido en el Generalife es inmenso, más allá de quienes desde la administración apoyaron. Patricia Guerrero es la conjunción del baile y de los iconos plásticos que llenan los sentidos, envolviendo al espectador más allá de lo esperable. Muy acompañada, el conjunto resultante es drama en el mensaje y lorquiano en su ejecución. Si Federico sube cada año al escenario de los jardines de nuestra patria, este año esa subida lo ha mantenido en las estrellas. Nadie se mueve de su asiento, con las atenciones absorbidas por los bailaores, por las guitarras e instrumentos que llenan de forma transparente con magia un espacio que se palpa; y la vista se enseñorea en una escala de colores que encierran a la vida y desatan a la muerte. Granada, tierra de sensaciones y realidades, acoge las herencias de sus hijos cuando ellos han muerto. Mientras tanto, quién sabe, tal vez mire hacia otro lado con lo efímero de las musas que la pueblan. Gracias, equipo.
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