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Sosiego vaticanista

José María Guadalupe

Martes, 7 de octubre 2025, 00:02

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A mí no me sorprendió –es más, lo esperaba– qué el papa, Robert Francis (León XIV), se fuese a visitar Castelgandolfo, este verano, porque tiempo ... de vacaciones no ha tenido. Me gusta este papa que, con suma habilidad protocolaria, se cambia la cruz pectoral y otros hábitos pontificios que hacen al monje supremo con la mayor naturalidad, según el acto al que asiste. Tiene un perfil humilde, cercano y empático. Tan solo ha mantenido los zapatos negros que impuso Francisco. No estuve fino cuando me compré unos 'Benedictos' en Marbella. Eran, son, una joya. En el museo de San Juan de Dios –Casa de los Pisa– en Granada se exponen unos auténticos usados por el pontífice. Los zapatos rojos había que combinarlos con un vestuario adecuado. Yo me los probé con variada vestimenta, menos la papal, claro, y siempre mirándome al espejo me veía como un personaje sacado de aquella disparatada comedia de 'La jaula de las locas'. Ahí los tengo en el zapateril habitáculo aparcados.

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