Apaga y vámonos
José María Guadalupe
Lunes, 5 de mayo 2025, 21:28
No estábamos acostumbrados pero sí avisados para ser actores, en diferentes escenarios, cuando el sistema dijera: apaga y vámonos. Esta súbita sorpresa, por inusual, nos ... extrañó y más tarde nos preocupó cuando pasaban las horas y la falta de energía nos imposibilitaba continuar nuestro ritmo cotidiano. En nuestra sociedad del confort, que no funcione el teléfono móvil, el ordenador, la luz en casa, el ascensor durante largo tiempo es muy preocupante y precipitadamente buscas el auxilio de alguna vela, que sueles utilizar para el amor sobrevenido, algún viejo transistor por los que se oía a José María García –abrazando farolas peloteras– y tratas de escuchar, si es que dispones de pilas, alguna emisora decente que te diga lo que tú quieres escuchar y no lo que ellos quieren decirte. Cuando se ocultó el sol, la juventud –no toda– tardeó entre cervezas calientes y bocatas de fiambres paseando por los marcos incomparables, sacando fotos de lugares tópicos-típicos para subirlos a las redes y así llegaron hasta el sol naciente cuando ya se retiraba el hematofilio Drácula aburrido y comenzaba paulatinamente el hágase la luz. Pero la noche fue dura para Policía, Bomberos, 112, hospitales, ambulancias, Cruz Roja, Cáritas, electricistas, voluntarios y periodistas que sudaron la camiseta con profesionalidad durante el cero energético. Si para algunos el apagón fue llevadero, para otros ha sido dramático en lo humano y en lo económico. De todo ello ha venido informando IDEAL de manera extraordinaria pero si nos atenemos a las advertencias de expertos, a mi juicio, el 'entrenamiento' podría haber tenido mayores consecuencias. Los pájaros de mal agüero vaticinan otro apagón más largo y con peores resultados en los próximos meses.
Volar con los pájaros de mal agüero es entrar en un pánico psicológico innecesario y menos cuando se avecinan fechas de fiestas y vacaciones aunque, por lo visto y oído, la mosca no hay quien nos la quite de la oreja. Vamos, que tenemos que tomarnos en serio lo del kit de resistencia en el que no falte 'cash' –dinero en efectivo–, una buena linterna, un transistor, agua, un buen vino tinto y un jamón de marrano de buenos andares loncheado. En cuanto al resto de alimentos, Dios proveerá. Los ayunos intermitentes al parecer no son malos para el organismo, según los expertos entre otros beneficios combaten el estrés oxidativo. La oscuridad también ha tenido su lado humano positivo porque en muchos casos nos hemos visto las caras padres e hijos, matrimonios, y parroquianos. Mi vecino del sexto, que habitualmente apenas saluda, se atrevió a pedirme por favor, si tenía dos pilas para una linterna, e incluso me saludó sonriente con un «buenas noches». En la oscuridad, también hemos descubierto la capacidad y responsabilidad de muchas mujeres y hombres que hacen posible que la vida continúe con normalidad, pese a las adversas circunstancias.
Pero aún, no sabemos si fueron galgos o podencos.
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