Para la DGT

Para empezar, contenedores de recogida de basuras en diferentes puntos de La Cañada de San Urbano, incluido el tramo que conecta la carretera de acceso a la Universidad de Almería, a la altura de las instalaciones de la CASI, en el que uno de estos armatostes ocupa parte del arcén en las cercanías de la salida a la rotonda que lleva al aeropuerto, Viator y Almería. Así mismo hay contenedores instalados también -supone que con el visto bueno del Ayuntamiento de la capital-, en la carretera de acceso a La Cañada, junto al solar del antiguo Estadio Matías Pérez; arcén que también se utiliza a diario como aparcamiento.

Para seguir, no estaría de más que advirtieran sobre los contenedores existentes en la Carretera de Sacramento, colocados además de en el arcén, en el mismo cruce de cortijos existentes y ya de paso, que se ocupen de ordenar la poda de los elementos vegetales en los tramos de la misma carretera que llevan al IFAPA, a la Guardería y al aparcamiento de la UAL. Las ramas ocupan uno de los dos carriles de circulación.

Pero no termina ahí la cosa, ya que, para cerrar el círculo, podrían llamar la atención sobre los excesos de velocidad que se dan a lo largo y ancho de esa misma vía, en la que hasta el más lento de los patinetes eléctricos supera la velocidad permitida, por no hablar de los automóviles, motocicletas y camiones que creen que están en los entrenamientos del circuito de Jerez. Los coches, motos, camiones y patinetes vuelan literalmente sobre el asfalto, escupen humos por los tubos de escape, los que lo tienen, calientan baterías en paseos, yincanas, carreras y demostraciones de motores recién rectificados y llenan de ruidos una zona tranquila, ahora en expansión y que en primavera será una caja de ruidos permanentes para temor delos vecinos.

Dicho esto, pasa a lo de los patinetes, en proliferación continua y especialmente numerosos en todo el tramo de la antigua carretera de Níjar, desde El Alquián a Almería, y muy especialmente en la zona del Piche desde donde cada mañana, con el amanecer, parten centenares transportando a jóvenes que aciden al trabajo o a los institutos de la zona. Hay quienes circulan por la calzada y quienes lo hacen por las aceras. La indumentaria que portan suele ser mayoritariamente de color oscuro, como la máquina eléctrica que los lleva y los trae. No suelen llevar luces de posición ni alumbrado que los guíe. La fundación Mapfre contabilizó 300 siniestros de patinete en 2022 y un año después la cifra aumentó un 37% por lo que cuando se den los datos de 2024 se podría estar hablando de cerca de mil accidentes, con una siniestralidad mortal de más de una veintena de fallecidos. Seguimos a la espera de que se regule de una puñetera vez el uso del patinete eléctrico o que, de momento, sea obligatorio circular en ellos con ropa reflectante.