¡Herodes ha vuelto!

Señoras y señores, no les aburriré con escalofriantes cifras y estudios de campo. Voy al grano: nos están matando, tal cual. El motivo o las motivaciones de este magnicidio las desconozco en última instancia. Pero les aseguro que si alguien desea abortar o bien toma la determinación de sesgarse la vida, químicamente, recibirá halagos y coronas de laurales como si se tratase de un héroe de la Grecia clásica. En cambio, como a alguien se le pase por la cabeza luchar por la vida, en general, le van a llover pescozones desde los distintos ámbitos de la jurisprudencia que representa a los gobiernos del hipotético 'mundo civilizado'.

Sirva como muestra, de entre los muchos ejemplos con los que me he encontrado, el hecho de que, el año pasado, la justicia británica (los chicos educados del té) rechazó el recurso de unos padres para que su hijo de 12 años continuase con respiración asistida en el hospital. En este caso concreto, el juez de tirabuzones blancos consideró que mantener al niño con dicho tratamiento era «inútil», puesto que, según los médicos, el coma del pequeño era irreversible. ¿Les sorprende? ¡Hay más! Existe una lista de niños a los que, encontrándose en una situación análoga, la justicia dictaminó su muerte. Como lo oyen. Por supuesto, los gentleman de la justicia utilizaron otros eufemismos, políticamente correctos, como «no alargar la agonía» o «muerte cerebral». Dichos niños son, entre otros, Charlie Gard, Alfie Evans e Isaiah Haastrup.

Por fortuna, durante mis pesquisas, hubo una luz al final del túnel: Tafida. Se trata de una niña árabe de 5 años que sufrió una hemorragia cerebral. De nuevo, los dueños del Peñón de Gibraltar estimaron oportuno desconectar a la pequeña de las máquinas que la asistían, aduciendo «el mejor interés para la menor». Sus padres, tras una ardua batalla legal, consiguieron sacar a la niña del país de los hooligans e ingresarla en el hospital pediátrico Gaslini, en Génova (Italia). A día de hoy, la niña vive. Es cierto que con muchas limitaciones, pero vive.

Mientras tanto, Holanda prepara una nueva ley para enero de 2024 que regulará la eutanasia para niños de entre 1 y 12 años que se encuentren como Tafida o en situaciones similares. Todo por su bien, claro. Igual que Joseph Goebbels, jefe del Ministerio Propaganda Nazi, argumentó para liquidar a los 'alemanes defectuosos' de cualquier edad.

En definitiva, la que le espera a la actual generación de jóvenes y currantes cuando sean ancianos… Y es que salí buscando datos sobre la eutanasia en mayores y me encontré conque ¡Herodes ha vuelto!