Versos embotellados
José Luis Martínez-Dueñas
Miércoles, 7 de mayo 2025, 23:05
Recientemente, al abrir una botella de vino y comprobar el corcho de la misma noté que había demasiadas letras, pues generalmente el corcho tiene una ... fecha, un nombre de bodega y poco más. Con curiosa dificultad comencé a descifrar las palabras impresas y encontré lo siguiente:
«Me celebro a mí mismo,/ y cuanto asumo tú lo asumirás/ porque cada átomo que/ me pertenece te pertenece/ también a ti./ Nunca ha habido más comienzo/ que el que hay ahora./ Ni más juventud ni vejez que/ la que hay ahora./ Y nunca habrá más perfección/ que la que hay ahora./ Ni más cielo ni infierno que/ el que hay ahora».
Y al final se leía «W. Whitman». Enseguida me di cuenta de que eran versos de 'Song of myself', poema compuesto de 1345 versos, uno de los poemas más conocidos de la literatura norteamericana, y de los más representativos de Walt Whitman (1819-1892), y que aparece recogido en todas las antologías. Concretamente, los cinco primeros versos de la traducción en español corresponden a los tres primeros versos del poema, y los restantes a los versos 39-41, en el original. Es comprensible que quien quiera que tuviese la idea de escribir los versos de Whitman en el corcho tuvo que hacerlo cambiando su estructura original, creando así una nueva distribución métrica, para aprovechar el exiguo espacio debidamente, dada la escasa dimensión de la superficie. La ocurrencia no creo que sea reconocida por muchos bebedores, pues yo pregunté a los comensales y al mismo sumiller si habían notado lo que había escrito en el corcho y todos mostraron su sorpresa.
Al regresar a casa, me dirigí al estante donde hay algunos libros de literatura norteamericana y localicé los versos inmediatamente. He de confesar que fue un buen motivo para releer a Whitman y comprobar su dimensión clásica, es decir «que tiene clase, que sirve de modelo y referencia, que perdura». ¡Quién me iba a decir a mí que, al pedir esa botella de vino cuyo nombre no mencionaré para no hacer publicidad encubierta, iba a leer a Whitman brevemente! No sé si muchos otros han notado la inscripción en el corcho ni tampoco si les interesaría. Sí que me cabe la satisfacción de comprobar la sensibilidad de los bodegueros que se dedicaron a poner esos versos en el corcho, quizás por dar a su vino una dimensión más allá de lo meramente comercial o para divulgar en un formato inesperado versos del poeta de Long Island. Aquello de «in vino veritas» se me apareció en esa epifanía gráfica en un corcho. Sólo diré que la uva era palomino fino, y que por supuesto tengo el corcho en el estante de una librería.
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