¿Para cuándo un orgullo hetero?
El recién nacido Colectivo 'Q' ha celebrado el primer Orgullocazorla con la colaboración del Ayuntamiento y de UNECA, asociación empresarial compuesta por alrededor de 60 comercios locales de todo tipo.
José Luis González
Jaén
Viernes, 27 de junio 2025, 23:44
Habrá quien no conozca el habitual cariz de esta columna y, al leer su titular, se haya lanzado empoderado en su exultante y excluyente heterosexualidad – ... no sabemos si con alguna que otra dudilla en su fuero interno, muy interno– a leerme despotricar de las celebraciones del Orgullo LGTBIQ+. Entresacar las manidas proclamas homófobas que salpican estos días el estercolero de las redes sociales y la carcunda mediática para restregárselas a los maricas, las bolleras y los 'travelos' del mundo. Craso error. Así que, semejantes especímenes del género humano, paren ustedes de leer y pasen directamente a lo que les interesa, las páginas deportivo-futboleras o aquellas donde se ponga a parir a algún político 'progre', apellídese este Sánchez o como sea.
A los que sigan leyendo, he de confesarles que escribo esta pieza con una sensación agridulce. Agria, porque ya sabrán que en nuestra capital provincial hemos vuelto a padecer la versión más brutal de esos congéneres que acabo de enviar a otras lecturas. Y dulce, porque esta semana hemos inaugurado en Cazorla, con moderado éxito, dos iniciativas en favor de los derechos de las personas LGTBIQ+: el Colectivo 'Q' y la semana del Orgullocazorla. Comenzaré por lo malo, porque ya conocen mi afán de dejar siempre un aroma de optimismo.
Y es que lo de Jaén ha sido muy grave. Y repetido. Porque no sé si recuerdan la agresión que sufrió un chico a comienzos de 2024 a manos de tres mendrugos de 20 años al grito de «esto te pasa por no tener tabaco y por maricón», de cuya investigación o desenlace no tengo noticias –no las he encontrado por ningún lado–. Algo raro dado que, si al parecer hubo sangre de por medio y el agredido fue tirado al suelo, recibiendo patadas en la cabeza y el costado hasta quedar inmóvil en el suelo, lo suyo hubiera sido que las autoridades hubieran publicado repetidas notas de prensa informando de como evolucionaban las pesquisas. Pues nada, solo encuentro las informaciones en prensa de ese día y ni un solo dato más.
Pero es que, como decía, el viernes de la semana pasada un chico jaenero de 30 años acabó con once grapas en la cabeza, una lesión en la vejiga, contusiones de todo tipo y las lógicas heridas psicológicas, el día en el que Zahara pronunció el pregón del Orgullo de Jaén. Los golpes que recibió al salir de un pub, como siempre ocurre en estos casos, fueron propinados al grito de 'maricón esto' o 'maricón lo otro'. Y, según han publicado varios medios, uno de los agresores, el más violento y el que más daño hizo, iba a acompañado de su mujer e hijos, que lloraban y rogaban a su macho alfa que parara.
Por lo que hay que preguntarse, cuando esos niños lleguen a la edad adulta, ¿qué puede esperar la sociedad de ellos? Tan solo nos queda desear que sea la madre –en el caso de que ella esté hecha de mejores materiales– la que tome las riendas de su educación, que encuentren buenos profesores y profesoras o buenos amigos y amigas, o que la suerte les acompañe, que tengan criterio propio y sepan desligarse de determinadas 'enseñanzas' paternas. Si no es así, pasarán a engrosar ese sector creciente de la ciudadanía de entre 16 y 30 años que siente la necesidad de regresar a la oscuridad de nuestro pasado predemocrático, sin tener ni pajolera idea de lo que allí ocurrió.
Pero también la sociedad civil tiene su parte de responsabilidad. No solo las instituciones públicas, llámense estas ayuntamientos, gobiernos autonómicos o gobierno de la nación. Razones por las cuales es más necesario que nunca el Orgullo LGTBIQ+ celebrado la pasada semana en la capital jienense; o el que esta semana se está celebrando en Madrid y otros municipios más pequeños y cercanos. Como el de Cazorla, del que mi marido y yo nos sentimos partícipes junto a un grupo de vecinos y vecinas.
Aquí, el recién nacido Colectivo 'Q' ha celebrado el primer Orgullocazorla con la colaboración del Ayuntamiento de Cazorla y de UNECA, asociación empresarial compuesta por alrededor de 60 comercios locales de todo tipo, que se han volcado con nosotros y nosotras. En una comunión que nos emociona y nos empuja. Con la idea fija de que los y las jóvenes LGTBIQ+ y sus familias de la comarca de la Sierra de Cazorla tengan un futuro tan brillante al menos como nuestro presente. Ofreciendo herramientas a la sociedad cazorleña para que no vuelva a ocurrir a nadie lo que a esos jóvenes jaeneros. ¿Creen que es mucho pedir?
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