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Nada esperes, nada temas

Importa lo que declaramos ser y lo que verdaderamente somos. La Filosofía no concede honores, sí orienta para obtener el honor de mirar de frente

José García Román

Viernes, 22 de marzo 2024, 23:06

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Estamos viviendo días faltos de aliento y sosiego en los que la esperanza amanece mustia cual flor en su ocaso, sobrados de inquietud y emergencia, ... en un ambiente de intranquilidades y preocupaciones que provocan nerviosismos que afectan seriamente a la salud de gran parte de la ciudadanía. ¡Como si no tuviésemos suficientes problemas personales! Desde la racionalidad y frente al espejo de la propia ética, no es fácil entender la desconcertante situación que sufrimos hoy con la 'política', especialmente la separatista, que ha conseguido que salten las alarmas de la España constitucional y con ellas las de personalidades no sospechosas de parcialidad. El sentimiento de angustia genera inestabilidad y pérdida de lucidez, y no se ahuyenta con palabras enmascaradas, sino con actitudes a plena luz. Necesitamos coherencia, calma y pacificación, y que las preguntas en sede parlamentaria sean respondidas por decoro y respeto a la ciudadanía decente, aun cuando debamos aceptar con el estímulo de la esperanza más confortante el cinturón apretado de la economía doméstica. Precisamos ya descansar sin pesadillas ni sobresaltos.

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