Inframundo
Obliga a compromisos serios. No basta con más de lo mismo, con administrar miseria.
JOSÉ ÁNGEL MARÍN
JAÉN
Lunes, 12 de junio 2023, 23:14
En Jaén y en Baeza ya tenemos resueltas las conversaciones de ascensor, al menos durante esta semana. Por fin se dice algo con fuste dentro ... de la cabinita. Ahora la charla gira sobre los resultados electorales del 28M y los acuerdos posteriores. Y esto a poco más de un mes para las urnas generales.
Constato también que en este palique de ascensor cada tipo arrima las ascuas a su sardina, claro. Pero he observado que más de uno extrapola su querencia partidista y se plantea cómo sería la cosa si no fueran los de siempre quienes manejaran el cotarro. Se me antoja interesante que el jaenero/a deje de utilizar el ascensor para dar el parte meteorológico y cavile sobre esta coyuntura. Hasta me parece milagroso el intento de articular un discurso coherente donde no salga a relucir el caimán que llevamos dentro, y se abandone la clave emocional y atrabiliaria (del tipo: quiero que JM+ apoye al partido de mis ancestros, o, quiero lo contrario porque lo manda mi religión). Esto ya es mucho porque fuera del integrismo sectario y lejos de las orejeras de unas siglas se alcanza la dignidad.
Sí, quiero pensar que las charlas en Jaén han dejado de ser banales para convertirse en un ejercicio de reflexión sobre lo acontecido en esta tierra desde hace tiempo. Y todo gracias al dilema en que está Jaén Merece Más (JM+).
La decisión se las trae. O quizá no tanto si uno toma como parámetro los datos de crecimiento económico por provincia que ofrece el reciente balance de Andalucía. Datos que sitúan a Jaén en el inframundo de la prosperidad colectiva. Luego de optimismo, nanái de la China. El hoyo en que han sumido a Jaén –alternativamente– es de tal calibre que obliga a máximos, a una discriminación positiva que favorezca a esta tierra palpablemente. Obliga a compromisos serios. No basta con más de lo mismo, con administrar miseria. Jaén ya está en la UVI, que diría el inefable Ruiz de Lopera. Así que el 'chute' ha de ser de caballo, lo ha de notar la ciudadanía. Todo lo que no sea eso es más bola y patadón a seguir.
Los proyectos a corto, medio y largo plazo son los únicos que cambiarán la faz de esta tierra. De parcheo estamos hartos. El jabón clientelar, el sebo pelotillero y la sopa boba del amiguismo han hecho a muchos esclavos del miedo. Pero, quizá deban plantearse qué será de sus hijos cuando el futuro está ausente en la propuesta. Ya es hora de tomar conciencia de que la desidia jaenera la fomentan quienes viven de su inercia. Quizá sea hora de acabar con los complejos, de reivindicar la flagrante descompensación territorial que sufre Jaén.
Esta tierra agoniza, y ya no bastan placebos ni frases hechas. Como antes dije, para escribir esta piececita me he servido de los datos económicos que recoge incluso la prensa afín al régimen. Luego hace falta un gran salto adelante registrado ante notario para sacar a Jaén del inframundo.
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