Vapeo en jóvenes: un riesgo real
Joan Carles March
Viernes, 13 de junio 2025, 23:37
El uso de cigarrillos electrónicos, conocido como vapeo, ha experimentado un aumento significativo entre los jóvenes. Vapear es inhalar vapor que produce un dispositivo electrónico ... llamado cigarrillo electrónico o vapeador. Es importante destacar que el vapor no es humo como el de un cigarro, pero no es solo 'vapor de agua'. Tiene entre otros productos nicotina, saborizantes químicos y otras sustancias. Su adopción creciente plantea preocupaciones en términos de salud pública, regulación y prevención.
Datos de Consumo en Jóvenes
Desde 2021 se ha observado un aumento significativo en el consumo de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes, especialmente entre las chicas, quienes han experimentado un incremento de 15,1 puntos porcentuales en comparación con 2021. En jóvenes de 15 a 24 años presentan la mayor prevalencia de consumo, con un 18,8% que ha utilizado cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida. En Estudiantes de 14 a 18 años, el 54,6% ha probado los cigarrillos electrónicos en alguna ocasión, lo que representa un aumento del 10,3 puntos porcentuales respecto a 2021. El 55% de los jóvenes andaluces mayores de 14 años han probado los cigarrillos electrónicos alguna vez. En Estudiantes de 12 a 13 años, el 25,2% ha consumido cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida, con un 21% en los últimos 12 meses y un 11,2% en los últimos 30 días, a pesar de que los menores tienen prohibido adquirir estos productos y que la gran mayoría, el 77,8 %, asegura conocer sus consecuencias negativas en la salud, ya que es la puerta de entrada al tabaquismo.
Muchos jóvenes nos dicen y nos lo han contado en dos actividades que hemos realizado en Granada y en Jaén con la Asociación Española contra el Cáncer para debatir sobre vapeo, que los consumen por curiosidad, presión social, estrés, ansiedad o porque creen que es menos dañino que fumar. Asimismo, los mitos más comunes que hay que desterrar, son: «Es solo vapor»; «No es adictivo»; «Es mejor que fumar»; «No me va a pasar nada». Y más cuando sabemos que las grandes tabacaleras están detrás de muchas marcas de vapeo.
Riesgos para la Salud
Aunque los cigarrillos electrónicos pueden contener menos sustancias tóxicas que los cigarrillos tradicionales, no están exentos de riesgos. ¿Qué contiene un vapeador? Nicotina: adictiva, afecta el cerebro adolescente. Propilenglicol y glicerina vegetal: usados en anticongelantes. Saborizantes: algunos se han relacionado con daño pulmonar. Metales pesados: plomo, níquel. ¿Cuáles son los riesgos reales para la salud? Adicción: la nicotina es altamente adictiva, especialmente en cerebros en desarrollo. Problemas respiratorios: dificultad para respirar, tos crónica, asma. 'Pulmón del vapeador': enfermedad pulmonar grave reportada en adolescentes. Ansiedad y concentración: irónicamente, el vapeo puede aumentar ansiedad y bajar rendimiento escolar. Daños a largo plazo: aún no se conocen todos los efectos porque es una tecnología relativamente nueva. Además, el uso de vapeadores con nicotina puede generar dependencia, especialmente en jóvenes. Y me pregunto ¿le pondríamos todo eso a nuestro cuerpo si lo leyéramos en una botella?
Impacto en la prevención del tabaquismo
La evidencia sobre si el vapeo ayuda a dejar de fumar es contradictoria. Algunos estudios sugieren que podría ser una herramienta útil para ciertos fumadores adultos, mientras que la mayoría de estudios advierten que puede actuar como una puerta de entrada al consumo de tabaco, especialmente entre los adolescentes que de otro modo no habrían iniciado el hábito.
Regulación y Políticas Públicas
En España, la regulación del vapeo es un tema en evolución. Aunque se han implementado algunas restricciones, como la prohibición de la venta a menores de 18 años, persisten desafíos en términos de publicidad, etiquetado y control de calidad. La falta de una regulación coherente y basada en la evidencia puede comprometer los esfuerzos de salud pública para reducir el consumo de tabaco y proteger a las poblaciones vulnerables.
Consideraciones Éticas y Sociales
La proliferación del vapeo puede contribuir a la normalización del consumo de nicotina, especialmente entre los jóvenes, lo que podría revertir los avances logrados en la lucha contra el tabaquismo.
Desigualdades en Salud
El acceso a productos de vapeo y la información sobre sus riesgos no es equitativo. Las poblaciones con menor nivel socioeconómico y educativo pueden estar más expuestas a la publicidad dirigida y menos informadas sobre los riesgos asociados, exacerbando las desigualdades en salud.
Conclusión
El vapeo representa un desafío complejo para la salud pública en España. Su creciente popularidad entre los jóvenes y la falta de regulación adecuada plantean riesgos significativos. Es esencial adoptar un enfoque basado en la evidencia, que promueva políticas públicas que protejan la salud de la población, especialmente de los grupos más vulnerables. Vapear no nos hace libres, sino que nos hace dependientes.
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