Una vida al filo

El festival Play Granada trajo ayer a Sebastián Álvaro, quien habló durante hora y media larga sobre una apasionante trayectoria vital y profesional que, en su caso, siempre han ido de la mano. «Nuestro objetivo no eran las grandes hazañas, sino hacer buenos documentales para la televisión, contar buenas historias. Esas historias que transmiten valores como la templanza, la sabiduría, la paciencia y el valor. Porque 'Al filo de lo imposible' transformó la forma de pensar de las personas, haciéndolas más civilizadas».

¡Qué pasión ponía Sebastián Álvaro en todas y cada una de sus palabras! Recordó cuando estuvo al borde la muerte, suspendido en una grieta de la que le sacaron sus compañeros. Y la vez en que el destino le perdonó la vida al cambiarle el vuelo en helicóptero que le hubiera tocado en suerte a su equipo y que desapareció perdido entre la niebla, rodeado de picos de 5.000 metros en lo más intrincado del Himalaya.

Sebastián, 260 expediciones a sus espaldas y 75 años de edad, no dudaba en recomendarnos ser valientes, siempre. Apostar por la aventura. Seguir siendo lo que somos, lo que hemos elegido ser, hasta el final. Y nos animaba a volver a los clásicos griegos que, hace tres mil años, ya tenían claro que lo único que no se puede perdonar es la cobardía y la traición.

De su charla me traje firmado su libro más reciente, 'Mis montañas', y un montón de sensaciones y de impresiones. Porque la vida debe ser una aventura y la aventura hay que vivirla hasta sus últimas consecuencias.