Los Trankis van bien

«¡Ha salido el tracking de hoy», ruge el guasap del partido a eso de las 21.05. «¿Y qué dice?». «Que tranquis. Que de momento, la cosa va bien», responde el responsable del ramo. Solo que en unos partidos ejerce más de coach que de científico demoscópico. Como si fuera el CIS. Porque, como en 'Los Inmortales', al final solo puede ganar uno.

El Partido Popular, tranquis, va en cabeza. Pero no necesitar a Vox es la única opción válida. Un Consejo de Ministros con Abascal dentro sería una pesadilla como las que sufría Sánchez cuando soñaba con la economía controlada por Podemos. Luego se despertaba e Iglesias seguía allí. Hasta que se fue, pero sin terminar de irse. Un lío. Para los sanchistas —¡tranquis!— todavía hay partido. Pero si la anterior legislatura fue complicada, lo que penaría en ésta sería inenarrable. Para pesadilla, ERC. A la vista de las pullas de los independentistas catalanes hacia Sumar, la casa de los líos se iba a quedar pequeña y Frankenstein, turulato.

Dependiendo de los trackings, a Sumar le va entre regular y mal. Pero tranquis, que todavía queda campaña. A ver si Díaz se repiensa eso de los 20.000 euros para todos los jóvenes que cumplan 18 años. Es una promesa muy arriesgada. Deben pensar en Sumar, como Summers, que to er mundo e güeno y que, con ese pastizal, la juventud se va a lanzar a estudiar y formarse en masa. Y a emprender. Incluso hará deporte y voluntariado solidario. Los habrá que sí, claro. Y que necesiten un empujón. Para eso están las becas, ayudas al alquiler, etc...

Y es que de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.