La semana pasada les decía que en mi vida sólo había dos cosas: Biotopías y Maestros Culinarios. Pues esta semana lo mismo, pero diferente. Porque ... desde el lunes, lo único en lo que puedo pensar es en San Sebastián Gastronomika, mi congreso favorito de la vida.
Este año, además, tiene una nutrida representación de gente de Granada, tanto en el programa de actividades como en calidad de público deseoso de aprender, ver, conocer y 'golismear'. Por ejemplo, Antonio Lorenzo, alma mater de El Conjuro, que se ha venido con un chaval joven de su equipo para foguearle. Les vi entrar en el auditorio de las grandes luminarias de la cocina y ya no han salido. Lo mismo que Mertxi Miranda y Víctor Rodríguez, los Versos Sueltos de la gastronomía granadina para quienes menos es más. Y los cracks de La Tana y Asador de la Reina. ¡Un no parar!
Mi mañana ha transcurrido entre Eneko Atxa, el samurai de Azurmendi, el restaurante al que más ganas tengo de ir del mundo mundial, junto a Noor de Córdoba. Su ponencia sobre 'El tercer sentido' me ha hecho levitar.
Y luego, el I Foro de Tabernas y Taberneros. El viernes, en el Gourmet, les contaré con pelos y señales, pero déjenme avanzarles que Francisco Martín, de Bar FM; y Pepe Torres, de Bodegas Castañeda, han arrasado en sus ponencias, cosechando aplausos, vítores y parabienes. En su defensa de la calidad de producto a ultranza, Paco Martín lo ha bordado. Porque de esferificaciones y cocina molecular podemos no saber, pero de puntillitas de calamares, sí. Y cuando pruebas las del Bar FM constatas que son otra cosa. Otra dimensión. Algo sublime que nunca imaginaste que llegarías a probar.
Y Pepe Torres, entre el cachondeo y la caña con malafollá, reivindicando las tabernas como el lugar más democrático que existe… cuando se trata igual al cliente de toda la vida que al turista y al visitante ocasional. En una taberna no hay clases sociales y el parroquiano con diez trienios de pedigrí comparte espacio, atención y buen rollo con el guiri recién llegado a la ciudad. La taberna como lugar de encuentro donde la relación es siempre horizontal, transversal e integradora.
Qué maravilla, ver y escuchar a esos profesionales de la hostelería granadina cosechando éxitos gracias a su discurso claro y preciso, su bonhomía y desparpajo, su sapiencia, experiencia y buen hacer.
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