Sevilla nos hace de menos

«La sede organizativa, funcional y formativa del ISA estará en Granada», ha dicho con rotundidad. Y hablando de la enmienda que lo hace posible, Marifrán Carazo ha insistido, de acuerdo con lo publicado por Europa Press y que recogía IDEAL: «La enmienda aclara el contenido de la norma que se está tramitando en el Parlamento de Andalucía, la clarifica y apostilla ese interés de mantener la sede en Granada, en el marco de la defensa que el Gobierno andaluz ha hecho respecto a garantizar la dirección, la gestión y la formación del nuevo instituto en la ciudad».

Me pierdo, insisto. ¿A qué dirección se refiere exactamente la alcaldesa? Habrá que hilar muy fino con las competencias finales. Si la idea es que los puestos de trabajo de la EASP se queden en Granada y, de paso, se mantengan los convenios con organizaciones internacionales, es más que probable que se consiga. Desde un punto de vista meramente cuantitativo, no habrá merma. ¿Pero qué pasa con lo cualitativo y lo emocional? Incluso con el postureo, si me apuran.

Hasta ahora, en Granada podíamos presumir de la EASP. Nuestra Escuela de Salud Pública. Ahora, dicho así a lo bruto, nos tenemos que contentar con que hayan dejado el aula de formación del ISA por estos lares. Y gracias.

Pero voy más allá: siendo Granada la potencia que es en el sector biosanitario y tras la inversión en el PTS, ¿por qué no se ha planteado, siquiera, que la sede del tan traído y llevado ISA se radicara en nuestra ciudad? ¿Por qué ha de quedarse en Sevilla, como casi siempre y como casi todo? Igual que el Gobierno central está 'externalizando' algunas de sus Agencias, ¿por qué no se ha abierto el debate?

En esto, ojo, además de a los representantes de nuestro Ayuntamiento y de la Junta, me gustaría escuchar si Juan Espadas, el líder regional del PSOE, tuviera algo que decir. No sé si estamos, como escribí hace un par de días, ante un nuevo 'Sevilla nos roba', pero como mínimo, sí es un 'Sevilla nos resta'. O nos hace de menos; otra vez y para variar.