No me lo quiero creer. No me quiero consentir. No quiero fantasear (demasiado) con la idea, no sea que luego… Aunque bien pensado… ¡qué demonios! ¿ ... Qué daño me va a hacer fabular un poco, soñar despierto, darle alas a la imaginación y dejarla volar hacia donde quiera? Por ejemplo, a la margen izquierda del Darro, Romayla y alrededores.
Es uno de los pecados capitales de Granada, no haber sido capaces de darle vida, sentido y continuidad a la Carrera del Darro por su otra orilla. De ahí que cada vez que se publica una noticia sobre Romayla pegue un brinco. Aunque, como les decía, a estas alturas de vida, que ya son harturas con según qué temas, prefiero no crearme expectativa alguna sobre el particular.
El viernes por la noche volví a sobresaltarme cuando, contraviniendo las órdenes de los gurús del sueño y justo antes de irme a dormir, le eché una rápida visual a la web de IDEAL en el móvil, a ver qué se cocía más allá del gol de Merino y del desconcierto de Biden. Sentí un leve enjambre sísmico en mi cuarto al leer la siguiente noticia: «El hotel Reuma reabrirá en 2026 como centro de interpretación de la Alhambra tras 20 años cerrado». ¡Notición, el de Jorge Pastor! No entro ahora en la cuestión del uso del inmueble, que desconfío y recelo de los centros de interpretación como de quienes dicen que aprovechan el verano para leer porque durante el resto del año no tienen tiempo. Lo importante: que se van a invertir 2 millones de euros en rehabilitar uno de los edificios más, más, más… de Granada para que vuelva a abrir sus puertas (y ventanas) en 2026.
Insisto que mi malafollá y yo, en esto, somos como Santo Tomás: hasta que no estemos dentro del Reuma, dando una vueltecica para ver cómo ha quedado todo, seguiremos sin creérnoslo. Al menos, no del todo.
¿Qué le parece a usted el hotel Reuma, por cierto? Al edificio, me refiero. Hay voces que exigen su demolición, por ser un pegote. Lo de pegote, pase. ¿Pero echarlo abajo? ¡Quite, quite usted! Si nos ponemos a derribar todo lo que no es 'auténtico' ni 'de época', hasta el Palacio de Carlos V habría que dinamitar. ¡Bienvenido a la vida, Reuma!
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