La pestilencia de la corrupción
Jesús Lens
Miércoles, 1 de marzo 2023, 22:37
Qué asco. Qué ascazo. Cuanto más leo sobre todo lo referente al llamado 'caso Tito Berni' o 'Caso Mediador', en el que está implicado un ... ya ex-diputado canario del PSOE, más arcadas me entran. En los tejemanejes de Juan Bernardo Fuentes Curbelo está toda la podredumbre de la corrupción más repugnante: cocaína, fiestas con prostitutas, prebendas, mariscadas, comisiones, sablazos, tráfico de influencias y un etcétera tan largo como el sumario de turno se encargará de desenmascarar.
A medida que leía todo lo que se publicaba sobre este tema me acordaba de 'Un tío con una bolsa en la cabeza', la novela del malogrado y añorado Alexis Ravelo con la corrupción de un político de las Canarias como eje central de la trama. Ya estaba todo ahí. Porque estos nuevos corruptos no hacen nada diferente a lo que vienen haciendo los corruptos de toda la vida, en España y fuera de España.
Da pena, rabia y coraje. Y entra mucha mala leche. En el PSOE se jactan de haber estado rápidos a la hora de cepillarse al 'Tito Berni', eufemísticamente hablando. Pero lo que no explican es por qué un tipejo así —presuntamente, siempre presuntamente— había escalado tan arriba en la formación política. ¿De verdad no se lo olían? Si por algo se caracteriza la corrupción es por la peste, por el rastro que deja. No les vendría mal preguntarse sobre quiénes de los suyos se tapaban la nariz y miraban para otro lado.
Mientras, al otro lado del espectro político, la 'Kitchen' está que arde, con una petición de 15 años de prisión para el ex ministro Fernández Díaz, ahí es nada. La famosa policía patriótica que, con sus lamentables prácticas, da la razón a Podemos y a los independentistas cuando hablan de persecución y hostigamiento.
Preparando un taller sobre escritura negro-criminal —al final, todo acaba de vuelta en el Noir— recordaba cómo la figura del detective privado individualista, violento, cínico y descreído surgió en el pulp cuando, en los años de la Ley Seca, la corrupción se enseñoreó de las más altas instancias de la sociedad y la política norteamericanas. Y hasta ahora.
No sé si nuestros políticos se hacen una idea del daño que provocan los Tito Berni de marras. Los Villarejo, Bárcenas, Guerrero y demás caterva de corruptos. No hay mejor aliado del abstencionismo y del populismo que casos como estos. ¡Lo que les cuesta aprender la lección!
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