Parar el genocidio
No sé cuánta, pero fue mucha la gente que el pasado jueves participamos en una marcha nocturna y silenciosa para reclamar el final del genocidio ... que el ejército israelí y su gobierno de halcones está perpetrando en Gaza contra su población civil. No es solo la aterradora cifra de muertos. Es la sistematización con la que se está matando a decenas de miles de personas a lo largo de estos meses.
El régimen de Hamas también me provoca terror y rechazo y el secuestro de cientos de israelíes hace dos años no tiene justificación alguna. Pero la respuesta del gobierno de Netanyahu carece de cualquier proporcionalidad y su única lógica es la de la tierra quemada y la población palestina exterminada. Su versión de la solución final. Y eso es inadmisible e intolerable. O debería serlo.
El gobierno de Sánchez hizo bien en anunciar el reconocimiento del estado de Palestina, adelantándose a lo que ahora empiezan a hacer otros países europeos. Además, está promoviendo más presión contra el gobierno israelí en el seno de la Unión Europea. Empezar por dejar de venderle el armamento con el que está ejecutando su masacre no estaría nada de mal, por ejemplo.
Me gustó ver a tanta gente en la marcha del pasado jueves, en reverencial y respetuoso silencio en señal de duelo. Hoy, a las ocho de la tarde, en Palacio de Congresos, hay una nueva convocatoria para apoyar a la flotilla que parte de Barcelona para romper el bloqueo impuesto a Gaza por el Gobierno israelí, que está usando el hambre como arma en una muestra más de su infamante política. Ojalá que también reúna a mucha gente, a pesar de estar en plena operación retorno de las vacaciones veraniegas.
Y no, vuelvo a insistir. Manifestarse contra la repugnante actuación del Gobierno israelí no es estar a favor de Hamas ni justificar su incalificable proceder. Es sólo una cuestión de justicia y humanidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión