Operación Quieto-parao
Ni Salida ni Retorno. Hoy, Operación Quieto-parao. Es Ferragosto y es viernes, por lo que hoy, 15 de agosto, será uno de los días ... más improbables del año… para quienes no tenemos pensado movernos de casa. En sentido figurado, digo, que imagino que un pie sí pondremos en la calle. Aunque sea por la curiosidad de ver la ciudad sola y abandonada, vacía y desierta.
Hoy invita a marcarse un 'Caro Diario' a lo Nanni Moretti y darse un garbeo tranquilo, libre y solitario por nuestro entorno cotidiano; donde no habrá un alma. Mientras las playas, ríos y montañas reventarán de gente, nosotros estaremos tan pichis y a nuestro aire, aunque sea tórrido y asfixiante. Quedarse en la ciudad, tal día como hoy, tiene algo de valiente, ácrata, punki y contestatario.
Porque hoy estará todo cerrado. Por vacaciones, por festivo y por (medio) puente. Y por coraje. Espero, al menos, encontrar una cafetería donde desayunar y un kiosco donde comprar el IDEAL. Para lo demás, ya me he avituallado. ¡Y siempre nos quedarán los cines refrigerados de los centros comerciales, auténticos refugios climáticos… y anímicos, si el 15 de agosto se pone demasiado cuesta arriba! Y el Madrigal, claro. Si hablamos de resistencia, hay que reivindicar el Madrigal.
Hoy hay que hacerse un pequeño regalo, darse un capricho y ser autoindulgentes. Un rico pastel, un sabroso helado, una birra gélida con su ensaladilla de gambas. Pero no conviene pecar de ambiciones desmedidas, dándole la razón a C. Tangana. Leer un buen libro del tirón, sumergirse en un gran cómic, escuchar ese disco que llevas tanto tiempo sin oír, ver una película larga.
También estaría bien asomarse a alguna sala de exposiciones para ver cuadros y pinturas, grabados e ilustraciones. O no. Lo mismo hay que rendirse a la evidencia y no tratar de hacer algo a toda costa. Como lo de las perseidas. Tengo sensación de culpabilidad por no haberme organizado para ir a verlas, como si fuera un mal ciudadano, un vil 'despreocupao' de las cosas importantes, cósmicas y trascendentales de la vida. ¡Que no se enfaden los amigos del Instituto de Astrofísica, pero qué empacho de estrellas fugaces, oigan!
Por estos lares, toquemos madera, no estamos asolados por los incendios. Ayer ardió un coche en la autovía, eso sí, provocando retenciones de tráfico en el comienzo de la última gran operación salida del verano. Toda una metáfora.
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