Inversión en la Granada vaciada

Siempre que en una conversación sale a relucir el tema de la provincia hay que recordar un dato importante: alberga nada más y nada menos que 174 municipios, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística. Muchos en comarcas de muy difícil acceso y escasas comunicaciones, con todo lo que ello conlleva. Administrar eso es muy complicado, como bien saben en Diputación.

¿Qué hacer? Lo primero que se nos viene a la cabeza es la dotación de servicios. Son tres palabras comodín que quedan fenomenal en cualquier informe o discurso. ¿Pero quién lo paga? Porque ahí está (parte de) la madre del cordero. Lo mismo pasa con las comunicaciones, tanto si hablamos de infraestructuras como de conexiones. ALSA es la auténtica vertebradora de la provincia, ¿pero a qué precio? ¿Con qué frecuencia?

Internet es otra de las claves. La digitalización, ya saben ustedes. Para los negocios y las empresas, claro. Pero también para tener la oportunidad de ver Filmin o la NBA en condiciones. ¿Y qué me dicen de hacer la compra sin necesidad de comportamientos heroicos? ¿Y de tomarse un café fuera de casa o quedar para echar una birra o un vinillo con los vecinos en el bar, a la caída de la tarde? ¿Y de acceder a una mínima programación cultural y de ocio? ¿Y de los chavales y el cole?

Esas cosillas tan pintorescas de los pueblos pequeños y aislados quedan muy bien en series como 'Doctor en Alaska', pero en el día a día se hacen muy cuesta arriba. Facilitarle la vida a los vecinos de los pueblos pequeños requiere dinero.

Para que los tres millones prometidos por Diputación de Granada sean inversión productiva a medio o largo plazo, deberá afinar muy bien. Si no, hablamos de gasto improductivo, de pan para hoy y hambre para mañana sin mayor recorrido. Me dejo para otro día la fusión de municipios y la Gran Granada.