Ahora sí, desconectar
Jesús Lens
Jueves, 29 de agosto 2024, 23:16
Aprovechar las vacaciones para desconectar es un tópico que, a nada que lo pensemos, no tiene lógica ni sentido. ¿De qué queremos desconectar? ¿De la ... realidad? Si la realidad ya se desconecta a sí misma… ¿Cómo se explica, si no, lo de la piña viral y el amor de supermercado? Qué triste, cambiar los ardientes, húmedos y sudorosos amores de verano por los muy asépticos ligues en el pasillo de los lácteos. ¡Horror en el hipermercado, que cantaba Alaska cuando se acompañaba de los Pegamoides! Si la realidad era eso, ¿qué será de la fantasía, la imaginación y la ciencia ficción?
No, no. De la realidad, cuando hay que tratar de desconectar, pero de verdad, es a partir del próximo lunes. Ese día, terrible, todo el mundo llegará con las pilas cargadas (ejem) y rebosante de ideas acumuladas… mientras había desconectado de la realidad. ¿Entienden la ironía del asunto? ¡Para echarse a temblar!
Es viernes, por lo que apenas quedan tres días antes de que la realidad, la de verdad, trate de atornillársenos como el último beso de esos amores de verano restregados en arena de los que hablábamos antes. Conviene disfrutar de ese estado de suspensión de la incredulidad propio de las fechas para, el lunes, hacer lo posible y lo imposible por desconectar.
El lunes habrá más tormentas de ideas por metro cuadrado que DANAS en los mapas del tiempo y se verán más relámpagos, rayos y centellas en las salas de reuniones que en los tormentosos cielos granadinos. Desconecten, en la medida de lo posible. Pasen. Olímpicamente, incluso. Presten la atención justa. Si, más adelante, resulta que alguna de aquellas ideas no era el delirio de una noche de verano regada de sangría, ya habrá ocasión de reengancharse.
Y luego está la realidad política. Ellas y ellos también volverán rebosantes de ideas y buenos propósitos, con ganas de salir en las fotos, las redes, las pantallas y los papeles. ¡Uf! Más peligro, ahí, que arriesgándose a pedir un fuera de carta en una marisquería sin contrastar el precio, que para algo es viernes y día de Gourmet.
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