La izquierda divergente
GLOBO SONDA ·
ANTONIO FERNÁNDEZ | CASTILLO EXPERTO EN COMUNICACIÓN POLÍTICAANTONIO FERNÁNDEZ
Domingo, 31 de marzo 2019, 03:25
La pasada semana se confirmaba, una vez más, que en los mayores municipios de la provincia de Almería no se dan las condiciones para la ... convergencia electoral de las organizaciones políticas de la Izquierda auténtica, la verdadera Izquierda, la Izquierda con mayúscula, capital, negrita, Izquierda casi esdrújula si no fuera porque no pasa de llana, grave a duras penas, esa Izquierda que se sitúa a la izquierda del PSOE.
Las organizaciones de esa izquierda de boca llena y puño en alto acudirán, convergentes, que no prietos, y agrupados todos en la postrera lucha, con una oferta única a las próximas elecciones generales y europeas... no será así en las municipales de, al menos, El Ejido, Roquetas de Mar y Almería, lo que nos ofrecerá la oportunidad de experimentar una campaña electoral inédita, sobre todo a finales de mayo, delirio de una confluencia divergente, en la que las mismas organizaciones de la siniestra política habrán de defender ante su electorado la virtud de una fórmula de concurrencia conjunta para las elecciones europeas a la vez que su vicio en el caso de las simultáneas elecciones municipales.
El contraste de la división de la Izquierda en este caso, en relación a la también múltiple oferta a la Derecha, está en las expectativas de cada cual. La mayoría de las encuestas y estimaciones conocidas apuntan a que las tres organizaciones de la zona diestra del espectro, Partido Popular, Ciudadanos y VOX, superarán con seguridad la barrera electoral, establecida para elecciones municipales en el 5 por cierto, y lograrán obtener presencia en el Consistorio, con lo que todos los votos a este lado ideológico se verán, en mayor o menor medida, representados en los grandes ayuntamientos de la Provincia.
No ocurre lo mismo con el voto de la Izquierda genuina, la de los parias de la Tierra, famélica legión sensiblemente más escaso en estos municipios, y que podría ver excluida su opción política en el caso de una oferta electoral muy fragmentada. Tal fue el caso de las pasadas elecciones municipales en la ciudad de Almería, donde organizaciones de izquierda, con alrededor de 7.600 votos obtenidos, casi un 11% del total de sufragios, no lograron obtener representación a causa de su dispersión.
Ante esta realidad, resulta incluso difícil hallar, al menos en las informaciones recogidas en la prensa, argumentos de carácter ideológico o programático esgrimidos por las organizaciones con-divergentes, permítanme el palabro, que justifiquen un comportamiento tan contradictorio. Es muy probable que, una vez acudamos a los programas electorales municipales elaborados por cada una de estas organizaciones, no encontremos grandes diferencias en cuanto a análisis y propuestas políticas habituales de cada uno de ellos (sería motivo de regocijo encontrar siquiera propuestas que no provoquen tedio, qué decir de aquéllas novedosas e ilusionantes... puro paroxismo).
Sin embargo, la izquierda a la izquierda se presentará ante su electorado, el mismo día, en el mismo sitio y a la misma hora, como Chiquetete, defendiendo una cosa y su contraria. ¿Se imaginan un mitin conjunto de los responsables provinciales de IU, Equo y Podemos en mayo pidiendo el voto para una misma candidatura a las elecciones europeas, pero previniendo a los asistentes, entre codazos mutuos, de no errar la elección de papeleta en el caso de la urna de al lado? ¿cómo harán interventores y apoderados de Podemos, Equo e Izquierda Unida en colegios y mesas de votación el día 28 de mayo para no verse afectados por tal bipolaridad electiva? y, lo que es más preocupante, ¿quién les llevará el bocadillo?
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