La investidura, más próxima
Editorial ·
Todos los actores políticos tienen la obligación de reflexionar sobre dónde esta realmente el interés públicoLunes, 30 de diciembre 2019, 01:11
Pese al secretismo de las negociaciones, todo indica que esta semana será decisiva para la formación del nuevo Gobierno encabezado por Sánchez, quien ha sido ... encargado por el Rey de someterse a la investidura. Como es conocido, la opción en los términos en que se ha planteado sólo posible si ERC se abstiene en la segunda votación, en cuyo caso el candidato conseguiría más votos positivos que negativos. La persistencia pública de ERC en sus tesis unilaterales a pesar de prestarse a la operación siembra dudas sobre el éxito de la empresa y sobre la estabilidad de la legislatura si finalmente se forma Gobierno. Tras la reunión entre representantes del PSOE y de ERC del pasado viernes, que tuvo lugar a escondidas pese a que los republicanos habían manifestado que no se celebraría sin que se conociera previamente el informe de la Abogacía del Estado sobre la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, se produjo un 'impasse', pero ayer, tras conocer ERC la orientación del ansiado dictamen que todavía no es público, mostró su disponibilidad para que la sesión de investidura se celebre entre los días 2 y 5 de enero. Para poner presión en el asunto, el Consejo de Ministros del viernes había pospuesto la subida de las pensiones, del salario mínimo y de los sueldos de los funcionarios hasta que el Gobierno deje de estar en funciones. Así las cosas, ERC podría reunir de urgencia a su Consell Nacional para aprobar definitivamente su abstención, como es preceptivo en dicha organización. Pero hay otro factor que puede alterar los precarios acuerdos: el viernes 3 se reúne la Junta Electoral Central para analizar si Junqueras está ya inhabilitado por la sentencia del 'procés' para ser eurodiputado y si así se lo comunica al Parlamento Europeo. No hay modo de saber en qué sentido se pronunciará la Junta, pero no hay duda de que sus decisiones pueden afectar en el último momento la investidura. En definitiva, la estabilidad futura pende todavía de un hilo, y todos los actores políticos del arco parlamentario tienen la obligación de reflexionar sobre dónde esta realmente el interés público para acomodarse a él en la medida de lo posible. No será fácil, pero no es de recibo mantener mucho tiempo más una zozobra que dura ya cuatro años.
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