Ilegal no es ilegítimo
Puerta Purchena ·
«Podremos estar de acuerdo o no con las decisiones que este Gobierno adopte, nos gustarán más o menos las personas que ostentan los ministerios, pero eso no convierte al Gobierno en ilegítimo»yolanda cruz
Martes, 3 de noviembre 2020, 22:23
¿Qué piensa usted cuándo alguien le habla utilizando mal las palabras? Es evidente que solemos distinguir, por ejemplo, entre droguería y ferretería, así si ... nos topamos con alguien que quiere comentarnos su malestar por la subida de los precios de la ferretería es de esperar que empleará esa y no otra palabra ya que dará por hecho que lo entenderemos. Pero ¿y si se trata de emplear términos susceptibles de ser confundidos en beneficio del que cuenta la historia? ¿Cómo llamaría usted a eso? Yo, manipulación, y la entendería sustentada en la mala fe del que me viene con la historia.
Y esa es la estrategia que, desde hace ya muchos meses, en distintos frentes, se desarrolla de manera minuciosa y sin pausa cuando se vocea que el Gobierno de España es «ilegítimo». Este adjetivo no ha sido empleado, de modo erróneo, por desconocimiento de las voces destinadas a ponerlo en la calle, a airearlo a través de redes sociales como consignas de partido repetidas una y otra vez hasta la saciedad.
Primera parte de la ejecución, difundirlo estratégicamente desde el soporte informativo que proceda, según al sector de población al que se quiera llegar y en el momento preciso en el que se desee hacerlo. De que la estrategia les salga gratis a las mentes creadoras ya nos encargamos los demás repitiendo argumentos ajenos, pero con los que, en mayor o menor medida, nos sentimos identificadas o representados. Hacemos nuestras sus consignas y damos eco, en este caso a un adjetivo engañoso, «ilegitimo», a causa de aquello que damos en llamar «la intencionalidad del hablante».
No, ilegítimo no es ilegal por mucho que a algunas personas pueda parecerles que es lo mismo. Vivimos en un Estado de Derecho cuyos poderes emanan del pueblo, de la voluntad popular, la de ustedes y la mía, y las voces que nos representan en el Congreso están allí aupadas en nuestros votos, es decir, en nuestras voluntades. No, no es ilegítimo un Gobierno originado en las urnas, ya que fue en ellas donde encontró su apoyo y legitimidad el Gobierno que hoy está al frente de nuestra economía, nuestra cultura, nuestra salud, etc., no es ilegítimo.
Podremos estar de acuerdo o no con las decisiones que este Gobierno adopte, nos gustarán más o menos las personas que ostentan la responsabilidad de los ministerios que nos organizan, es muy probable que no cuenten con sus votos, pero eso no convierte al Gobierno en ilegítimo. Como tampoco lo convierte en una máquina dictatorial, especializada en robarnos las libertades que se nos concedieron con la Constitución. ¿Puede un Gobierno legitimado en las urnas ser ilegal? El Gobierno, como tal, no. Expresémonos libremente, pero hagámoslo bien y demos ejemplo a quienes vienen detrás.
Si a alguien le hace falta todavía algún argumento más para explicar a la prole la importancia de entender, conocer y saber emplear nuestro idioma, o el por qué es una suerte que «la lengua» siga siendo la asignatura que más horas acapare en todos los niveles, creo que recurrir a la explicación del título de esta columna puede serle útil.
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