«Cosas nuevas»
Ignacio Pozo
Jueves, 15 de mayo 2025, 23:20
Este artículo se escribe como especialista en empresa y derecho laboral, sin contemplar otro pensamiento e idea que no sea ese.
Mucho se habla y ... escribe estos días sobre la relación de León XIV con el creador de la encíclica Rerum Novarum, León XIII, significando el compromiso del nuevo Papa con la doctrina social de la iglesia. No en vano es el líder espiritual de la religión más universal de casi mil quinientos millones de seguidores, y el jefe de estado más respetado por todos.
Trasladándonos a la tumultuosa Revolución Industrial de finales del mil ochocientos, el creciente problema obrero se convirtió en un gran problema social y de orden público. La Iglesia no podía quedar al margen, y actuando acertadamente, en 1891, se publicó la primera encíclica social de la iglesia Católica, Rerum novarum –Acerca de las cosas nuevas– por León XIII. En ella, lejos de lo que actualmente se pretende aseverar partidistamente por ciertos sectores, se denunciaba la opresión y la virtual esclavitud de los muchos pobres que la industrialización estaba dejando. Especialmente en las ciudades que estaban concentrando la emigración rural, y por parte de «un puñado de gente muy rica». En ella se preconizaba salarios justos y el derecho a organizar sindicatos –preferiblemente católicos–, y se mostraba beligerante con ateísmo y el socialismo como ilusorio y sinónimo del odio. Tampoco era muy entusiasta de las instituciones de la democracia liberal y el sindicalismo obrero, fomentando lo que se llamaría posteriormente el 'distributismo'. Es decir, las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la propia iglesia.
En ese sentido, se llegó a manifestar que las clases y la desigualdad constituyen rasgos inalterables de la condición humana, como son los derechos de propiedad. Condenaba el socialismo.
Con esta encíclica la Iglesia paralizó la 'descristianización' de las masas trabajadoras, aportándola a la participación abierta en la política. Tanto es así que la encíclica Rerum Novarum es la carta de fundación de la democracia cristiana y así una pieza clave de la doctrina social de la Iglesia.
La base de esa encíclica supuso un cambio radical de la Iglesia, llegando a la actualidad a ser la primera institución social del mundo, administrando más de 230.000 centros académicos en todos sus niveles, que forman a decenas de millones de alumnos. A las los datos anteriores hay que sumar las 57,282 instituciones de salud y asistencia social distribuidas entre hospitales, dispensarios médicos, leproserías, casas para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados, orfanatos, guarderías infantiles, consultorios matrimoniales, y centros de educación o reeducación social.
En España, a fecha de hoy, casi cuatro millones de personas fueron beneficiarios en alguno de casi nueve mil centros de la Iglesia, que ahorra al Estado 4.600 millones de euros anuales en Educación. Sin contar su participación en obras sociales sanitarias, de mayores, atención a desprotegidos, o custodia del ingente patrimonio cultural e histórico que posee.
Ello supone que la Iglesia impacta de forma directa en la generación de 2.375 millones de euros de PIB y que, por cada euro de gasto de la Iglesia, con el fin de cumplir su misión pastoral, social y cultural, se generan 1,65€ en la economía española, según explica la memoria de la Confederación Episcopal Española.
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