La hora de la política
LA TREPOLINA ·
La curva del virus baja de nuevo al valle y florecen mociones, elecciones y calles; asoman algunas inversiones, urnas y maquetas, y las protestas acuden al jurista y al psicoanalistaEl informe de los constructores sobre licitación de obra pública es el retrato del ninguneo, son las cifras-motor de las caravanas de la ... indignación y la protesta. En Andalucía, el Gobierno de España licitó obras en los últimos tres años por valor de 1.288 millones, pero a la provincia solo llegaron 24, o sea, el 1,91%. Peor aún fue el año anterior, 2017, el último completo de Rajoy, cuando su Gobierno invirtió en Jaén 2,6 millones, la cifra más baja desde 2012, poco más de 200.000 lastimosos euros al mes. La Junta, el año pasado, con todas las competencias que tiene, destinó 36 millones, la antepenúltima provincia de Andalucía, y eso que iba a haber un trato diferencial. Y esperaban que la gente siguiera callada.
Cifras negro sobre blanco, en los boletines oficiales y sin la mercadotecnia de las promesas ni el celofán de los anuncios presupuestarios. Y eso que tenemos una autovía construyéndose, una línea férrea Álvarez-Cascos y un tranvía hecho pero parado. Y eso que ya habían pasado los años malos de la anterior crisis. Cifras más bien de crisis permanente, de plaga bíblica encadenada.
Abridor de puertas
En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela. Eso decía Machado, don Antonio.
Las protestas y denuncias del último mes y pico han logrado que el eco llegue más allá de la provincia, que hasta los cómicos de la tierra se pongan serios al hablar de Jaén (David Broncano, Santi Rodríguez) y que algunos se pongan las pilas. No es cierto que antes no hicieran nada, ni que todo lo que hagan ahora sea por eso, pero el viento de fronda de las últimas semanas abre puertas, como en su día el característico e iracundo viento racheado de la capital abriera la Catedral de par y par. Y eso, quien tenga habilidad, poderío y quiera, lo puede aprovechar.
El Conservatorio Superior de Música viene de antes, de cuando el actual Gobierno andaluz pensó qué obra podía mostrar al final de estos cuatro años. Porque la Ciudad Sanitaria o la Ciudad de la Justicia, tantas veces prometidas en la oposición como prioritarias, van para largo. Como las autovías, ahora huérfanas, o el tranvía, que sigue sin engrasar (el martes, nueva reunión en Sevilla) y con una paternidad indeseada. Así que, ¡música, maestro! Y en un barrio tan atractivo electoralmente como es el Bulevar. Un edificio por lo demás ambicioso, abierto al resto de la sociedad e integrador del importante lienzo de muralla del Calcolítico. No es extraño pues que el consejero Imbroda se viniera arriba y hablara del «compromiso de la Junta con la educación en la provincia». Que se lo digan a las familias que han estado meses y meses sin comedor escolar y a quienes ven cómo se suprimen unidades y colegios en la enseñanza pública.
Pero lo importante es que volvieron las primeras piedras, las inversiones. Pocas, de momento. De hecho, la densidad de políticos fue tan alta el viernes en el Bulevar que hubo algún roce.
Poco después, en el otro extremo no solo geográfico de la ciudad, en un barrio pequeño y humilde como el Tomillo, el alcalde visitaba las obras de reparación del hundimiento de la calle del Tiro Nacional. Una obra compleja por el sitio y pequeña en comparación, pero grande para los vecinos y para las maltrechas arcas municipales. De hecho han tardado tres años. Casi 'na'.
El miércoles, el Ayuntamiento presentó el proyecto privado para una residencia de mayores en el Polígono del Valle, en el solar municipal del antiguo colegio Santa Teresa, que además podría revitalizar la zona. A falta de inversión pública, bienvenida la privada. El alcalde psicólogo habló de que pese a las dificultades hay razones para el optimismo en la ciudad, con varias inversiones en puertas.
Y también rezuma serotonina el consejero de Hacienda, un habitual ahora en la provincia, banderín de enganche entre Jaén y Sevilla y embajador de 'Juanma' en el Santo Reino de Job.
Por venir vino hasta la ministra de Industria, Comercio y Turismo, en visita cerrada con anterioridad a la fábrica de Heineken. Quizá por eso no trajo ningún presente, pero nos dejó magníficos mensajes sobre cohesión territorial y sobre preocupación gubernamental. Y habló de un proyecto «importante» sobre oleoturismo que espera que pronto vea la luz. Y si los ministros no vienen, el presidente de la Diputación va a los ministros.
Ahora solo falta que todo ese optimismo se traduzca en realidades. Porque mucho te quiero pollito, pero pan poquito.
Y mientras, Córdoba sigue sin decidir el terreno para la base logística, y eso que el Ministerio de Defensa tenía prisa. Y el Ayuntamiento estudia si recurre, y las plataformas ciudadanas de la caravana del domingo pasado analizan qué hacer y claman contra las sanciones y acuden a un abogado y a la Subdelegación del Gobierno, que debería tener en cuenta que, al margen de las infracciones más graves, la protesta fue pacífica y la incidencia en el tráfico, aunque se hizo notar, fue puntual.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión