Donde más hondo es el río, menos ruido
La Universidad de Jaén pide apoyo social para su futuro, la campaña oleícola compite a la baja con la anterior y crece el malestar por las listas de espera médicas y por los trenes-bus
Mucho ruido y pocas nueces. Parte de la política jienense ha dedicado la semana a la escandalera, relegando a un segundo plano las cosas del ... comer, y eso que aún no han hablado los tribunales, que son los que tienen que dirimir si hubo o no compra de votos en las municipales y si hubo o no montaje en su denuncia. A la espera de la decisión judicial, habló la política. El PP desplegó una ofensiva contra el exalcalde socialista de la capital, Julio Millán, y, por elevación, contra su secretario provincial, Paco Reyes, el diputado Juanfran Serrano y hasta Ferraz. Ya puestos, a ver si cae algo, aunque sea la Diputación la próxima vez, ese gran objeto del deseo. Y salió armamento pesado que se guardaba en la recámara, a lo que el PSOE respondió en sintonía hasta con Matinsreg. Saltaron chispas el jueves y la bronca fue tal que hubo incluso que recoger cable por la tarde. El viernes, con los actos contra la violencia machista y el Black Friday, hubo tregua. A ver lo que dura.
Menudo campo de minas le han dejado unos y otros, dentro y fuera, a la jueza sustituta del número 1 de Jaén. Una de dos, o no ve indicios de delito y da carpetazo, o ve que sí y ordena investigar a fondo. En este caso, como en otros, los teléfonos móviles serán clave. Y no solo los mensajes que sigan a la vista o la simple relación de llamadas. Los dos ediles del PP denunciados inicialmente por la supuesta compra pusieron los suyos a disposición de la Policía. Igual que Millán, para mostrar a los agentes los mensajes recibidos (los revisaron en dos ocasiones). El PP insinúa que el socialista urdió o instigó el supuesto montaje, aunque el propio Millán pidió en octubre que se investigara lo ocurrido y que se reabrieran las diligencias contra los primeros.
Veremos en qué queda todo esto, si es que queda en algo. La jueza y la Fiscalía decidirán. De momento, en la esfera política, mañana han quedado casi todos en verse las caras en el pleno municipal: el alcalde, Agustín González (PP), que el martes habló de «mezquindad humana» y arremetió contra su antecesor; Julio Millán, ahora portavoz del PSOE; el presidente provincial del PP, Erik Domínguez, que también es concejal de la capital, y hasta uno de los ediles denunciados inicialmente. Pleno.
UJA
Mientras, donde el río es más hondo y Jaén se juega las habichuelas, fluye con sordina. El rector de la UJA recibió esta semana el impagable apoyo de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas (AUPA), que levantó también la voz ante el presupuesto insuficiente para 2024. Ya no es una cuestión solo de la UJA, como se quiso hacer ver la semana anterior. El magnífico jienense (el tratamiento de cortesía de los rectores), 'aupado' por el respaldo, aprovechó el Día de la Universidad – una gran idea para hacer universidad – y machacó la hebra: «El nuevo modelo de financiación, que tanto esfuerzo nos llevó consensuar, puede quedarse en papel mojado. Se precisa un compromiso real y evidente del Gobierno andaluz». Lo pudo decir más alto pero no más claro. Y dijo más: que es tiempo de diálogo y que la Universidad y Jaén «serán lo que la comunidad universitaria y la sociedad jienense decidan» y que es necesaria «la unidad de acción». En román paladino, que está en juego el futuro financiero de la UJA y que es responsabilidad de todos, no solo de la comunidad universitaria. Claro. Cristalino.
Y tampoco gustó a los rectores la autorización del Gobierno andaluz para que la Universidad Loyola, en Sevilla, empiece a impartir Medicina casi a mitad de curso, una vez que el centro jesuita ha obtenido autorización de la Accua, la misma que en mayo le dijo que no reunía los requisitos. Molestos, apuntan, por las dificultades que han tenido que superar las universidades públicas, como la de Jaén, para impartir este grado, o donde no llegará por lo mismo hasta el curso próximo, como en Huelva.
LISTAS
Y por fin conocemos las listas de espera para intervenciones quirúrgicas y especialistas. Pese al esfuerzo inversor que defiende la Consejería de Salud y los conciertos con la privada, la realidad es la que es: 113.782 personas esperando, casi uno de cada cinco jienenses. De ellos, 17.269 para ser operados, un 30% más que el año anterior. Ya sabemos por qué no se han hecho públicas hasta ahora.
La oposición parlamentaria ha pedido la dimisión de la consejera, Lina García. Es la única jienense que tenemos en los gobiernos central y autonómico, además de que tiene dos proyectos en ciernes: el macrocentro de salud Alameda, en la capital, a buen ritmo, y la Ciudad Sanitaria, en lista de espera. Mejor, darle más recursos y centrarlos en lo público, en lugar de duplicar esfuerzos y destinar parte de ellos al lógico beneficio empresarial de toda actividad privada.
Y más ahora que tanto se habla de la igualdad entre españoles, y se supone que también entre andaluces. Pues lo que está ocurriendo es que parte de los que esperan, y se desesperan, se están yendo a la sanidad privada. ¿Quienes? Aquellos que pueden, claro. Como decían Los Morancos, los que tienen «taco».
Igualdad también para viajar en transporte público, ahora que se apuesta por ello. Jaén Merece Más ha pedido entrevistarse con el nuevo ministro, Óscar Puente. Bien. Ánimo. Es hora de apretar, antes de que cierren los presupuestos de 2024, si es que han dejado algo para los demás. También los políticos de los partidos que sustentan el Gobierno. Porque, ¿de qué sirve la gratuidad en los trenes si apenas tenemos trenes?
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